Jurado popular

El juicio a un hombre por matar a su tía, primero del tribunal del jurado este curso en la Audiencia de Sevilla

Matan a una mujer en un piso de Pino Montano

Matan a una mujer en un piso de Pino Montano / José Ángel García

Los juicios con jurado popular en la Audiencia de Sevilla comienzan con un caso que conmocionó a Pino Montano en mayo de 2021. A María del Carmen, conocida como Cuqui, la encontraron estrangulada en su casa después de que su presunto asesino enviara una foto del cadáver a varios conocidos. Uno de ellos avisió a la Policía, que acudió a casa de la mujer, donde encontró su cuerpo. Los agentes detuvieron al acusado poco después en una calle cercana.

A partir del próximo lunes, 5 de septiembre, un jurado popular enjuiciará al sobrino de Cuqui, que se enfrenta a un total de 25 años de cárcel por un delito de asesinato.

Según el escrito de conclusiones provisionales, facilitado por la Oficina de Comunicación del TSJA, el Ministerio Público relata que el acusado era sobrino del ex marido de la víctima, por lo que concoía que la mujer sufría una enfermedad degenerativa y necesitaba una silla de ruedas para desplazamientos mínimos, teniendo reconocido un 86 por ciento de minusvalía. Además, señala que el acusado "mantenía frecuentemente relaciones sexuales” con la víctima.

La estranguló "varias veces" con su camiseta

En cualquier caso, el escrito de la Fiscalía recoge que el 26 de mayo de 2021 mantuvieron una discusión en un bar donde estaban juntos y él se fue a casa. Sin embargo, entre la medianoche y la una de la madrugada, el acusado volvió a casa de la mujer para mantener relaciones sexuales. Fue entonces cuando "de manera sorpresiva, cogió su camiseta y, aprovechando que se encontraba de espaldas a él, colocó la prenda alrededor del cuello apretando fuertemente con el ánimo de acabar con su vida".

Así, y según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, en un primer momento el acusado creyó que ya la había matado y, por ello, le quitó la camiseta del cuello, pero, al comprobar que aún respiraba, “volvió a enrollarle la prenda, apretándola de nuevo contra su cuello, maniobra que repitió varias veces hasta asegurarse que había logrado su propósito de acabar con su vida".

La víctima estaba divorciada y no tenía hijos, constándole una hermana que ha renunciado al ejercicio de las acciones civiles.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios