En septiembre de 2022, después de ser arrestado decenas de veces en lo que iba de año, con cuatro condenas firmes por otros tantos robos con fuerza sólo en los diez meses anteriores, Raúl H.O. reventó el escaparate del estanco que hay en la calle San Eloy y se llevó todo lo que pudo del interior del establecimiento. Aquel episodio fue sólo una línea más en el extenso currículum de quien en su día, en esa época, fue considerado el caco más activo de Sevilla capital. Violentaba negocios sin parar, sólo descansaba cuando era detenido y, como apenas permanecía más de unos días en prisión provisional, cada vez que salía volvía a actuar. Su trayectoria delictiva, y por tanto judicial, es tan amplia que este miércoles, al ser juzgado en la Audiencia Provincial por ese robo en el centro, el presidente del tribunal destacó que a día de hoy tiene pendiente el cumplimiento de distintas penas hasta 2035. El reo cumplió 48 años a finales de marzo, así que como mínimo estará en la cárcel hasta que tenga 60.

Los hechos por los que Raúl H.O. fue trasladado ayer desde el centro penitenciario a la Sección Primera de la Audiencia Provincial ocurrieron sobre las 2.40 de la madrugada del 9 de septiembre de 2022. El encausado fracturó el cristal del escaparate, accedió al estanco y sustrajo 2.758 euros. Por el camino también causó daños en el local que fueron tasados en 861,24 euros.

El recluso, tras un acuerdo entre su abogada y la fiscal, aceptó este relato de los hechos. La conformidad pasó por estimar la atenuante de drogadicción porque en el momento del delito “era adicto a varias sustancias estupefacientes, lo que afectaba levemente a sus capacidades”, según la representante de la acusación pública. La rebaja por esa circunstancia sirvió para compensar la agravante de reincidencia. De este modo, la Fiscalía modificó los cinco años y medio de cárcel que solicitaba en sus conclusiones provisionales y los redujo hasta los dos años y medio que quedaron fijados en la sentencia, dictada de viva voz por el magistrado presidente en la misma sala. Además, Raúl H.O. indemnizará a la estanquera con 1.700 euros.

En septiembre de 2022, como reflejaba el escrito de la fiscal y reflejará la sentencia cuando esté redactada, Raúl H.O. venía de ser condenado en firme por robo con fuerza o con violencia en sentencias fechadas el 6 de noviembre de 2021, el 26 de mayo de 2022, el 27 de junio de 2022 y el 14 de julio de 2022: cuatro condenas en menos de un año y tres en un lapso de dos meses.

“A la vista de su peligrosidad y su dilatada trayectoria delictiva”, la fiscal se opuso a admitir que se suspendiera la ejecución de esa última pena de dos años y medio porque el beneficio de librarse de la cárcel “no garantizaría en absoluto que no cometa nuevos delitos en el futuro”. El acusado estuvo de acuerdo y el tribunal, también.

Fue en ese punto cuando el presidente de la Sección Primera vio la hoja penal del procesado y comprobó que como mínimo estará cumpliendo distintas penas hasta 2035. De todas formas, también reconoció que Raúl H.O. “ha intentado cambiar un poco su régimen vital” porque está siguiendo un tratamiento de desintoxicación.

La droga, y conseguir dinero para comprarla, es de hecho la principal motivación de su carrera al margen de la ley, cuyo inicio data de 1996. En 2009, con ocasión de una oleada de robos en Nervión, fue arrestado junto con su pareja, que tenía ya una cincuentena de antecedentes. A partir de 2020 empalmó detención tras detención. En 2022, su año quizás más frenético, fue una pesadilla para los comercios de la Macarena, zona donde residía.