Medio Ambiente

Absueltos los dueños de una cantera denunciados por Kiko Veneno

  • No causaron daño al medio ambiente, agua, flora ni fauna

  • La zona tiene viviendas dispersas pero está calificada como no urbanizable

Trabajos en una cantera

Trabajos en una cantera

La Audiencia de Sevilla ha absuelto a los dueños y al encargado de una cantera de Pruna que fueron denunciados por la Fiscalía de Medio Ambiente y por los propietarios de la zona, entre ellos el cantante sevillano Kiko Veneno. Pidieron para ellos cuatro años de cárcel pero los jueces no consideran probado ningún daño al medio ambiente.

La sentencia de la Sección Primera recoge que los dueños de la cantera, padre e hijo, no solo hicieron labores de extracción de áridos y de triturado, sino también de hormigonado al menos desde principios de 2004 hasta 2009. Los empresarios “se excedieron de la inicial autorización” pues instalaron nuevas plantas “con la inicial autorización de explotación minera a cielo abierto que habían adquirido y sin esperar las distintas autorizaciones solicitadas”. Tampoco obtuvieron la licencia de actividad del ayuntamiento de Pruna.

Además se excedieron en la superficie autorizada y no contaron con una declaración previa de impacto ambiental.Los jueces, en una sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, reconocen que los acusados incumplieron la Ley de Minas y de protección ambiental, pero añaden que “no consta que el exceso de explotación hubiera podido perjudicar seriamente el equilibrio de la flora existente en la zona, que se vio afectado en un porcentaje mínimo respecto al resto de la zona explotada autorizada”.

No constan “especies protegidas afectadas, ni el terreno se encuentra dentro de un espacio natural protegido ni de reserva” y tampoco la fauna sufrió perjuicios, según los jueces.

La sentencia precisa que las dos explotaciones se encuentran ubicadas a unos 2,4 kilómetros del término de Pruna, si bien a unos 200 metros hay “algunas viviendas dispersas pertenecientes a explotaciones agrícolas o ganaderas, siendo aquella zona considerada como suelo no urbanizable”.

Añaden los jueces que ni el depósito de materiales inertes y vegetales, ni el funcionamiento de la planta de hormigón, ni la extracción de áridos con los consiguientes taludes afectaron a las aguas de la zona, “ni era previsible que pudieran ocasionar peligro serio o grave a las mismas”.

La presencia de la cantera “no ocasionó en la zona exceso de ruido más allá del permitido legalmente para la zona industrial diurna”, ni los porcentajes de sílice o polvo en suspensión superaron los valores reglamentados.

Los acopios realizados en una finca colindante “se encuentran compactados, sin riesgo grave para la seguridad de las personas o cosas por derrumbe o desprendimiento”, añade la sentencia, que invita a los afectados a reclamar por la vía civil.

Nada menos que 123 páginas han dedicado los magistrados a explicar que no aprecian “ningún acto contaminante de especial intensidad o gravedad como exige el tipo penal”.

Ello no quita que no se hayan dado “algunas infracciones de las normas medioambientales y que como consecuencia de ella se haya podido tener un peligro”, pero los acusados siempre contaron con técnicos que dirigieron las medidas de prevención medioambiental, precisa el fallo.

El fiscal les acusó de un delito contra el medio ambiente y otro de daños, por los que pidió para Lucio R. J. y para su padre Juan Lucio R. R. cuatro años de cárcel y seis meses de multa con cuota diaria de 15 euros, lo que equivale a 2.700 euros. Para el encargado de la explotación, José Luis M.F., solicitó seis meses de prisión y 8 meses de multa con cuota diaria de 15 euros, equivalente a 3.600 euros. Según la Fiscalía, causaron daños por importe de 381.401 euros al ecosistema.

El juicio se celebró en octubre pasado y en él declaró como testigo el músico Kiko Veneno, que había tenido una finca en la zona. Posteriormente la vendió pero fue citado junto a los 15 propietarios de la Asociación de Vecinos Fuente del Duque que denunciaron a los dueños de la cantera.

La cantera se encuentra en la Sierra del Tablón, espacio protegido y punto más elevado de la provincia de Sevilla. Según la acusación inicial, la actividad de la cantera motivó que se formaran taludes de 50 metros pese a que el máximo autorizado era de 4 metros. La actividad extractiva acabó afectando a la zona forestal, el sotobosque mediterráneo y las especies arbóreas y animales, algunas de las cuales están catalogadas como de interés especial.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios