Los dueños de un taller de coches de San José de la Rinconada aceptaron dos años de cárcel por apropiarse del dinero entregado por doce compradores para adquirir un vehículo Kia. Los acusados se quedaron el dinero y no encargaron el vehículo al concesionario autorizado, con el que habían firmado un contrato para captar clientes.

Según la sentencia a la que tuvo acceso este periódico, los acusados han sido condenados por un delito continuado de estafa con las circunstancias atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas.

La acusada María Dolores D. y su padre Eduardo D. dirigían y gestionaban indistintamente un taller de reparación de coches en un polígono de San José de la Rinconada que firmó un contrato con un concesionario de Sevilla que era a su vez representante oficial de la empresa Kia. El acuerdo consistía en captar clientes que quisieran adquirir un vehículo de esa marca y encargárselo en exclusiva a dicho concesionario.

Entre enero y junio de 2012, los dos acusados, “con ánimo de ganancia ilícita, por cuanto eran conocedores de la deficitaria situación económica de su empresa, consiguieron clientes interesados en la adquisición de vehículos y les hicieron que pagaran todo o parte del precio en metálico o firmando financiación” pero “en ningún caso llegaron a encargar los respectivos vehículos”, según la sentencia facilitada por el TSJA.

La mayoría de los compradores financiaron el precio del vehículo con una empresa especializada y los condenados hicieron suyo el dinero que recibieron, sin entregar un vehículo.

Uno de los compradores era un discapacitado que el 20 de marzo de 2012 adquirió un vehículo por 23.000 euros, entregó 10.000 a cuenta y pactó que el resto se pagaría a la entrega del vehículo, pero los acusados nunca lo entregaron.

En mayo de 2012 otro cliente adquirió un modelo valorado en 22.848 euros, para lo que entregó como parte del pago un coche de su propiedad valorado en 3.340 euros. El resto del precio lo financió con la empresa especializada pero los acusados no entregaron el vehículo e hicieron suyo tanto el dinero como el coche  recibido, añade la sentencia.

El acuerdo antes del juicio fue posible porque el fiscal rebajó su petición inicial de seis años de cárcel para cada procesado por un delito continuado de estafa.