falsedad y estafa

Tres años de prisión para el dueño de una ortopedia por estafar 70.000 euros al Servicio Cántabro de Salud

Varios zapatos ortopédicos, en una imagen de archivo

Varios zapatos ortopédicos, en una imagen de archivo / M. G.

La Audiencia de Cantabria ha condenado a tres años y un mes de prisión y al pago de una multa de 360 euros al propietario de un establecimiento que vendía material de ortopedia en Camargo y que estafó al Servicio Cántabro de Salud cerca de 70.000 euros con informes médicos falsos.

El juicio estaba señalado este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, pero al inicio del mismo las partes han alcanzado un acuerdo y han informado del mismo al tribunal, que ha dictado sentencia en esos términos.

El procesado ha sido condenado como autor de un delito de falsedad en concurso con un delito de estafa a una pena de un año y un mes de prisión, y 360 euros de multa. También es autor de un delito de tenencia ilícita de armas, ya que en la entrada y registro a su establecimiento se encontró una pistola semiautomática. Por ello, también ha sido condenado a dos años de cárcel.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar al Servicio Cántabro de Salud en 69.742 euros, el dinero recibido indebidamente.

Informes falsos

Según el escrito de la Fiscalía que se ha llevado a sentencia, el acusado regentaba una ortopedia en Maliaño (Camargo) sin contar con autorización para ello.

Entre 2014 y 2018, remitió a la Consejería de Sanidad al menos 133 solicitudes de reintegro de gastos de material ortoprotésico adquirido en su establecimiento por él mismo y por numerosos clientes.

A esas solicitudes acompañaba informes médicos que prescribían el citado material con firmas y sellos de facultativos especialistas que no habían prescrito dicho material, o incluyendo datos, nombres o información que no constaban en los informes originales.

Tras recibir las solicitudes, el Servicio Cántabro de Salud abonó las prestaciones, en unos casos directamente al acusado y en otros, a los clientes, quienes luego entregaban las cantidades percibidas al acusado como pago del material.

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