La caja negra

La Avenida envejece

  • El alcalde anuncia, por fin, la licitación para los toldos, pero hará falta también arreglar el pavimento que presenta ya un estado de conservación lamentable 

El firme en mal estado de conservación de la Avenida de la Constitución

El firme en mal estado de conservación de la Avenida de la Constitución / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

La que se ha liado en España para que no se hable en Sevilla del notición de la semana. ¡Sale a licitación nada menos que la sombra de la Avenida! El alcalde Espadas quiere hacernos un gran regalo de final de pontificado. Perdón, de mandato. Nos hemos equivocado porque como mi Juan es triangular (Juan Manuel Moreno dixit) y se entiende con todo el mundo, pues a veces parece don Juan José, dicho sea con permiso de monseñor. La política nacional parece una montaña rusa, una ruleta de mociones, una aldea por la que han soltado una vaquilla.

Estoy convencido de que una mano negra lo ha hecho para que pase desapercibida la licitación de los toldos que mi dilecto Antonio Muñoz, delegado de Urbanismo (lo del hábitat que lo use otro) nos va a colocar después de años y años de sufrimiento cada vez que un sevillano o turista recorre esa gran calle, colocados todos cara al sol. ¡Desde 2007 padeciendo una Avenida sin sombra! Ni Alfredo, que se hartó de reformas; ni Zoido, que ha tenido en Sevilla más poder que Felipe en España en 1982, solucionaron el problema. Mi Juan colocó hace dos veranos unos arbolitos tan pequeños que la guasa no se hizo esperar:la sombra mínima.

Ahora parece que sí. Que viene, que viene... Pero han pasado tantos años que la Avenida es ya como una dama envejecida. Ha comenzado a sufrir grietas.Se nos ha resquebrajado de tanto usarla. Es el claro ejemplo de negligencia a la hora de colocar el pavimento. ¿Se han fijado en el suelo? Es un desastre sin justificación. Ahora no podrán echarle la culpa a los autobuses de Tussam, que eran los grandes demonios que destrozaban la fachada de la Catedral y rompían el firme. Casi quince años llevan sin pasar los buses urbanos por esta gran calle sin comercios locales y llena de franquicias desubicadoras, que en la Avenida lo más sevillano que queda después de la Catedral es el Aero, pero pronto se muda a la calle Francos.

A la Avenida le van a colocar toldos. Ya veremos dónde los enganchan. Pero pronto tendrán que levantar el pavimento para que, al menos, tenga un aspecto decoroso, sin parches de asfaltos y sin riesgo de accidentes. Pasó algo similar con el firme de asquerosas losas de pizarra que se colocó en su día alrededor de la Catedral. Además de churretosas y más propias de Galicia, las colocaron malamente y tardaron muy poco en partirse. Pasaban los coches de caballo con su inconfundible aroma y las losas se partían o comenzaban a bailar.

Estado del pavimento de la Avenida Estado del pavimento de la Avenida

Estado del pavimento de la Avenida / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Siempre hemos sido de calor y adoquines, nunca de tejados a dos aguas y pizarras. Nuestro clima pide sombra, albero y fuentes, pero la corriente cateta por novelera y novelera por cateta impuso los chalecitos y los adosados con tejados como si se tratase de las elegantes casas de Santander, preparadas arquitectónicamente para la lluvia. Y, claro, todo acaba llegando al corazón de la ciudad, donde a veces dependemos del criterio del funcionario de Urbanismo, que ya vimos el mamarracho que nos dejaron junto a la Torre del Oro, una sauna en la ciudad donde pega el sol seis meses al año, un monumento al despropósito, un mal trato para el peatón, un espacio idóneo para Moscú. Se trata de mejorar la vida de los ciudadanos o, al menos, de no dejarla peor.

Bienvenida sea la licitación que comienza el gran Muñoz desde la caracola uno de la Gerencia de Urbanismo. Si de verdad deja la Avenida con sombra, ya habrá merecido la pena el mandato. Ni la ceremonia de los Goya ni otros fuegos de artificio: apostar por la sombra es cuidar a los vecinos y a esos turistas que habrán de volver sus maletas a rodar por el asfalto.

El mal ensamble de las losas El mal ensamble de las losas

El mal ensamble de las losas / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Sevilla tiene todas las condiciones para ser capital de la sombra. ¿No son nuestros políticos tan aficionados a los esloganes? Pues ahí tiene uno mi Juan antes de que inicie la singladura autonómica y ponga de los nervios a los miembros de Junts x Málaga, cariacontecidos estos días por el hundimiento de Ciudadanos. Al comenzar a recorrer a pie la Avenida desde la Puerta de Jerez, junto al cartelazo de Sevilla, ciudad amiga de la infancia, debería lucir otro bien claro sobre la apuesta de Sevilla por las zonas umbrías, esa querencia por el frescor natural que nos enseñaron los musulmanes durante siete siglos de presencia y del que no hemos aprendido absolutamente nada. Nos quedamos con la Giralda y nos cargamos la trama urbana tan fresquita.