La Plaza de España se consolida como lugar de celebraciones especiales de empresas privadas desde que se terminaron las restricciones de la pandemia. La UEFA, Dior, la asociación provincial de hosteleros y ahora la norteamericana Swagelok Company han elegido el gran espacio abierto del monumento de referencia de la Sevilla de 1929 para sus atracciones, desfiles o cenas de gala, según los casos. La clave es que no sólo todos los usos planteados no guardan armonía con la estética del monumento, sino que plantean transformaciones efímeras que poco tienen que ver con la obra de Aníbal González. Es más, podría preguntarse la razón por las que se escoge este lugar monumental de la ciudad si al mismo tiempo se proponen transformaciones alteran sus planteamientos histórico-artísticos. Si el tinglado montado por la UEFA en las vísperas de la final celebrada en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán suponía una irrupción en las líneas estéticas del monumento, la organización de Dior ha sido hasta ahora la que mejor crítica ha obtenido al respecto. En cambio, el Ayuntamiento se topa con una propuesta para la noche del 21 de julio en la que, a primera vista, parece que se recrea un campo de golf en la zona principal de la plaza a base de palmeras, lagos y césped artificial. Se supone que la intención del promotor es crear el ambiente de un “jardín andaluz”, dicho así en el mismo proyecto en el que se refiere el efecto que logran las torres de la Plaza de España al “proporcionar un ambiente de estilo barroco” (frases textuales de wikipedia) y también referir, entre otras llamativas afirmaciones, que este lugar es “usualmente utilizado para la realización de eventos de interés público cultural”.

El mismo autor de la propuesta, por cierto, asegura que la fuente de la zona central de la plaza, obra de Vicente Traver, “ha sido muy cuestionada porque rompe la rotundidad de vacío de la plaza”. Tal vez se discutan hoy verdaderamente algunas reformas del monumento aunque sean tan efímeras como reversibles.Swagelok Company es una gran empresa estadounidense con presencia en más de 70 países a través de 200 centros de ventas y servicio. Se trata de una compañía especializada en la industria del petróleo, fluidos, ingeniería de campo, metales, minería, ciencias biológicas, transporte, etcétera. Ha escogido Sevilla como el destino para conmemorar un importante hito en su particular historia como empresa. “La intención es que los invitados puedan disfrutar de la belleza del espacio. Para ello se propone una puesta en escena que pretende integrar la zona superior de la Plaza (junto a las escaleras centrales), con el Parque de María Luisa. Se trata de una intervención donde el visitante se va a sentir inmerso en los jardines andaluces”, asevera la atrevida propuesta que reabre el debate sobre hasta qué punto los edificios históricos pueden ser transformados aunque sea por poco tiempo.

En cualquier caso, un segundo debate es la frecuencia con la que se ocupan espacios públicos con el riesgo, como ya pasó con la Plaza de San Francisco de Sevilla, de que muchísimos días al año estén ocupados por estructuras efímeras. No es una cuestión que se debata exclusivamente en Sevilla de forma periódica, sino en Madrid y Salamanca con sus respectivas plazas mayores. El viajero quiere siempre conocer estos lugares tal como fueron concebidos por el arquitecto, no invadidos, muchos menos transformados.

Recreación virtual del aspecto que tendrá la Plaza de España el 21 de julio

Y cabe plantearse que si se ha elegido el edificio será porque tiene valores en sí mismos atractivos y únicos. ¿Por qué hay que transformarlos? La descripción de lo que se plantea para el 21 de julio continúa así: “El juego de volúmenes creado por pequeñas colinas de pradera natural que se suceden en el espacio, los macizos de rosas y otros elementos de mayor porte como árboles y arbustos, confieren a nuestro jardín un carácter propio cargado de un aroma embriagador que junto con el juego de luces y sombras creará el rincón perfecto para el espectáculo que se va a desarrollar. Para crear un entorno bioclimático óptimo, se instalará un sistema de nebulización integrado entre los árboles lo que nos va a permitir indirectamente fomentar esa atmósfera especial con el juego de luces”.

La recreación del supuesto jardín andaluz se llevará a cabo con la instalación de los siguientes elementos y materiales: mil metros cuadrados de una pradera de césped, plantas de bajo porte y arbustos y plantas servidas en maceta en una superficie de cien metros cuadrados, árboles plantados en contenedores de PVC, una gran manta de plástico y otra manta de pintor con fibra de algodón para proteger el pavimento de la plaza en las zonas en las que se colocarán elementos y estructuras que puedan poner en peligro la integridad de dicho pavimento.

Necesidad de reinterpretar

El objetivo del proyecto es impresionar a los invitados con una propuesta que va más allá del regionalismo arquitectónico: “Se trata de reinterpretar el espacio adecuándolo a las necesidades del evento, pero siempre respetando en todo momento uno de los espacios arquitectónicos más importantes de Sevilla. Con el fin de evitar instalar una barrera física dura para impedir el acceso de otros visitantes, se ha previsto la colocación de setos de bajo y mediano porte presentados de manera discontinua- En la zona de los arriates situados entre las dos escalinatas centrales, se colocarán rosales de la misma variedad que hay en el resto de la Plaza con la intención de dejarlos para el Ayuntamiento de manera definitiva”.

El control de acceso del público se realizará mediante una entrada situada al lado izquierdo de la fuente central de la plaza. La asistencia lógicamente será por invitación al tratarse de una cena de gala privada. Durante la cena tendrá lugar un desfile de moda, para lo cual se instalará la pasarela oportuna. Habrá una iluminación especial y decorativa y música a cargo de un DJ. Quizás muchos recuerden la gran noche de Dior. Las mesas donde se servirá la cena serán de distintas formas en cuanto a tamaños y alturas, con sus respectivos asientos donde un total de 250 invitados podrán disfrutar del acontecimiento y el entorno especial recreado para la ocasión. Para ofrecer los servicios gastronómicos, se montarán unas veinte estaciones de comida caliente, postres y bebidas integradas en las zonas de vegetación para tender a los invitados mediante una oferta de buffet.