La caja negra

La resurrección del teleférico entre Sevilla y Tomares

  • La Junta está dispuesta a impulsar el funicular que planteó el PP en 2007 para comunicar en seis minutos el municipio del Aljarafe Norte con la parada de Metro de Blas Infante

La recreación de una parada del teleférico de Tomares

La recreación de una parada del teleférico de Tomares / D. S. (Sevilla)

LA Junta de Andalucía está dispuesta a hablar del teleférico de Tomares, aquel proyecto que, entre otras causas, le valió al PP para alcanzar la Alcaldía del municipio en las elecciones municipales 2007, un Ayuntamiento que controla desde entonces con sucesivas mayorías absolutas. El teleférico conectaría el municipio con la parada de Metro de Blas Infante en tan sólo seis minutos. El Gobierno andaluz, ahora de coalición entre el PP y Cs, considera que concurren las circunstancias para que el proyecto sea incluido en el proyecto de Transportes y Movilidad de Andalucía (Pitma) que regirá entre 2021 y 2027.

José Luis Sanz fue aquella campaña un candidato valiente, que se la jugó con un proyecto por el que fue tomado por loco. Provocó no pocas sonrisas en muchos analistas. Se tomó como una idea que cumplió su función de sonajero, de llamar la atención y hasta de despertar la curiosidad. Se trataba de desalojar del poder a la alcaldesa socialista Antonio Hierro. Y lo logró.

El alcalde José Luis Sanz, marcando la trayectoria del teleférico en 2007 El alcalde José Luis Sanz, marcando la trayectoria del teleférico en 2007

El alcalde José Luis Sanz, marcando la trayectoria del teleférico en 2007 / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

La Junta estaba entonces en manos de los socialistas, que no tardaron en sacarle el pañuelo verde a la iniciativa desde la Consejería de Fomento. No existía todavía la línea 1 del Metro, las conexiones de la capital con el Aljarafe se atascaban cada mañana y en la hora punta de mediodía.

Sanz se inventó el teleférico en coordinación con el vicesecretario general de Programas del PP andaluz, Jaime Raynaud, hoy precisamente viceconsejero de Fomento. La coincidencia de Sanz y Raynaud en los puestos claves es vital para resucitar este proyecto.A favor del mismo juega también el sello verde que el presidente Moreno quiere imprimir a todas las acciones del Ejecutivo andaluz.

El viceconsejero de Fomento, Jaime Raynaud y el alcalde de Tomares, José Luis Sanz. El viceconsejero de Fomento, Jaime Raynaud y el alcalde de Tomares, José Luis Sanz.

El viceconsejero de Fomento, Jaime Raynaud y el alcalde de Tomares, José Luis Sanz. / D. S. (Sevilla)

El denominado Gobierno del Cambio presume de promover medidas en favor de un transporte sostenible, por lo que considera que el teleférico es un buen estandarte al respecto, al ser silencioso y ecológico. La Consejería de Fomento que dirige Marifrán Carazo, por ejemplo, quiere huir de todo lo que sean carreteras tipo eriales con medianas terrizas. Se trata de repoblar desde el punto de vista medioambiental todas las infraestructuras posibles, desde los puertos a las viviendas, pasando, por supuesto, por los trenes y tranvías. Con este criterio se considera viable rescatar de los archivos el proyecto del teleférico que el PSOE enterró sin ni siquiera un debate.

Una de las cabinas en las que se inspiró el proyecto Una de las cabinas en las que se inspiró el proyecto

Una de las cabinas en las que se inspiró el proyecto / D. S. (Sevilla)

El Aljarafe occidental presenta una demanda suficientemente elevada como para apostar por esta infraestructura. Ahora que el PP controla la Junta y que el municipio tomareño es un bastión del centro-derecha se cuenta con el contexto idóneo para que todas las trabas administrativas queden superadas. El Metro y el tranvía son considerados absolutamente compatibles. La demanda de vecinos de Tomares para usar el Metro con destino a la capital es tal que el Ayuntamiento inauguró en 2017 una lanzadera entre el municipio y San Juan Alto.

El éxito de la lanzadera

Los casi 25.000 vecinos de Tomares tienen por ahora la opción de realizar el transporte a la capital por carretera con el riesgo de atascos, o hacer uso de la citada lanzadera con destino a la parada de Metro más próxima. La lanzadera fue considerada un éxito después de una prueba piloto. Tiene un coste de 200.000 euros al año. El precio del viaje es el mismo que el trayecto dentro de una corona o con cero saltos: 1,45 euros o 0,97, si se usa la tarjeta del Consorcio, a la que se aplican los transbordos habituales. El trayecto se cubre con un microbús de Damas de 30 plazas.

La lanzadera es posible gracias a un convenio entre la Junta, que preside el Consorcio, y el alcalde de Tomares. Hay 32 servicios diarios, seis más los fines de semana. Desde que se inauguró la lanzadera, el alcalde no ha dejado de reclamar la ampliación de las líneas de Metro hasta Tomares o el teleférico. La lanzadera se ve como una forma de “acercar” a sus vecinos al Metro. Es un servicio importante no tanto por la reducción de tiempos de desplazamiento –Tomares está tan cerca de Sevilla que una vez que se coge el coche es más rápido bajar directamente– sino como alternativa de transporte público.

En su día se calculó el coste del teleférico en 20 millones de euros con financiación privada. El PSOE calificó el proyecto de “entelequia”, mientras el PP lo presentó como el proyecto “más innovador y ambicioso de la historia de Tomares” . Sanz presentó la iniciativa ante la entonces Consejería de Obras Públicas. Los usuarios viajarían de Tomares a Sevilla en seis minutos: “Espero que se tomen tiempo para estudiar bien el proyecto y no se precipiten; confío en que nos den el visto bueno”, declaró un animoso alcalde en 2007. El PSOE aseguró que la presentación del proyecto demostraba “la desesperación de un partido que tiene que justificarse a pocos meses de las elecciones”.

El proyecto de teleférico tiene un trayecto de 2,6 kilómetros. El tiempo de ejecución de las obras es de un año y el presupuesto, financiado al 100% por la empresa concesionaria, sería de 20 millones de euros, “una cifra similar a los 19 que costó la primera fase del carril bici de Sevilla o muy inferior al Metrocentro, cuyo coste ha supuesto 90 millones de euros”, señaló Sanz, quien destacó entonces que el proyecto “no le costaría ni un euro a las administraciones ni al ciudadano”. El funicular tendría tres estaciones: saldría desde la rotonda de El Carmen, en Tomares y, a continuación, tendría una parada intermedia en el Polígono El Manchón para, finalmente, llegar a su destino en la avenida Blas Infante de Sevilla, junto a la línea 1 del Metro.

Este medio de transporte público estaría soportado por cinco torres de entre 34 y 56 metros sobre el suelo, llegando a alcanzar una velocidad de 7,5 metros por segundo. El tiempo del viaje sería de seis minutos y veinte segundos y el billete costaría 1,5 euros. El teleférico contaría con 18 cabinas que tendrían capacidad para 30 personas, 24 sentadas y seis de pie, por lo que, según los cálculos del Consistorio tomareño, el funicular lo usarían más de 3.000 pasajeros cada hora. Las cabinas estarían adaptadas para sillas de ruedas, bicicletas y carritos de bebé. Sanz aseguró que el teleférico eliminaría 20.000 vehículos de la carretera, lo que supondría un ahorro de tiempo a los vecinos, pues los habitantes de su municipio emplean de media una hora en un trayecto de poco más de cuatro kilómetros. El edil también aseguró que se reduciría la contaminación al evitar la emisión de CO2 que producen los 7,3 millones de coches que dejarían de circular al año.

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