La empresa de transportes urbanos de Sevilla (Tussam), que presta servicio a la capital con una flota propia de 421 autobuses y 4 tranvías que mueven 66,5 millones de viajeros al año, ha calculado el impacto ambiental de su flota de autobuses, alimentados en su mayor parte con gas natural y, en menor medida, con diésel. En un informe de 2022, elaborado por el anterior gobierno municipal socialista, se estima que los servicios prestados por la empresa en un año típico de funcionamiento pueden suponer la no circulación de unos 210.000 vehículos privados al día.

Los autobuses urbanos de Sevilla funcionan sobre todo con gas natural (74% del total) y el resto prácticamente con diésel. Los vehículos 100% eléctricos, los más sostenibles para el medioambiente, aún son testimoniales en el total de la flota, apenas cinco. El 100% del consumo de energía eléctrica tanto en el tranvía como en las instalaciones de la Avenida de Andalucía (sede Tussam) desde mediados de 2018 es de origen renovable.

La contaminación de un autobús por emisiones atmosféricas equivale a la de 50 coches, según la empresa, por lo que transporte público evita anualmente la emisión de 32.700 Tn. de CO2 y, por tanto, mejora de la calidad del aire en la ciudad de Sevilla en relación al tráfico privado.

El medio menos contaminante es el autobús, que solo emite 31 gramos equivalentes de CO2 por pasajero y kilómetro realizado. Le sigue el tranvía (71). La contaminación es superior en los turismos: el coche híbrido (149), el coche diésel (176-287) y el todoterreno (455).

La red de líneas de Tussam, 42 explotadas directamente y 4 contratadas (Casal líneas 29, 39, 16 y C6), transporta a unos 295.000 viajeros diarios, que al cabo del año habrían recorrido 205 millones de kilómetros, a razón de un desplazamiento medio de 3,6 kilómetros. El servicio de Tussam supone pues una elevada reducción en el consumo de combustibles fósiles y en la emisión de contaminantes, además de una menor ocupación del espacio urbano.

Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Las emisiones directas de gases de efecto invernadero que genera la flota de autobuses están asociadas al consumo de combustible (diésel y gas natural) para el transporte de pasajeros. Estos gases son CO2 (dióxido de carbono), CH4 (metano) y NO2 (dióxido de nitrógeno) derivados de procesos de combustión. 

En la actualidad, el mayor contaminante que genera la flota es el dióxido de carbono: 30.418 toneladas equivalentes a C02, frente a los niveles bajos de metano (63 toneladas equivalentes a C02) y dióxido de nitrógeno (85 toneladas equivalentes a C02).

Las emisiones de G.E.I. de la flota de autobuses aumentaron un 1,8%, con respecto a 2021, por dos factores: porque realizaron un 4,2% más de kilómetros. y porque los articulados tienen un consumo mayor de combustible y año a año hacen cada vez más kilómetros proporcionalmente a los rígidos (de menor longitud, menor peso y, por tanto, menor consumo) con respecto al año anterior, señala el informe.

Si hablamos del ruido que genera Tussam, el tranvía genera 46 veces menos ruido que los coches y los autobuses 11 veces menos que el número de automóviles equivalente. En una ciudad, el 80% del ruido es debido al tráfico y tan sólo un 6% es debido al ferrocarril.

En consumo de energía, el autobús se sitúa como el medio de transporte que menos energía requiere para todas las fases. Se calcula que la energía empleada para transportar una persona una distancia determinada es la base que determina la mayor o menor eficiencia de cada sistema de transporte y el grado de repercusión de muchos de los impactos producidos. Cuanto mayor es la energía total requerida menor será su eficiencia y mayor su coste económico. 

Eficiencia energética. Tussam, mediante su parque solar fotovoltaico, generó en el año 2022 un total de 2.584 MWh de energía renovable, lo que supone una disminución del indicador de producción del 1,6% con respecto al año 2021. Gracias a esta producción de energía “limpia” se consiguió en el año 2022 una reducción aproximada de unas 357 Tn. de emisiones de CO2.

En agotamiento de recursos, la variable que arroja más impacto en Tussam es el consumo de diésel y de gas natural comprimido.

En contaminación atmosférica, el impacto más negativo son las emisiones atmosféricas (vehículos) por la actividad de los autobuses diésel y por la actividad de los autobuses de gas natural.

En contaminación del suelo, destaca el impacto de residuos por generación de aceite usado.

En el caso del tranvía, los impactos solo se dan por contaminación acústica (ruido de instalaciones y actividad de los vehículos) y por contaminación de agua de red de alcantarillado (por vertido de aguas residuales domésticas y vertido de aguas de lavado de vehículos).

Impactos significativos de la actividad de Tussam

El consumo de gasoil y gas natural en los vehículos, sumado a las emisiones atmosféricas derivadas del uso de este combustible, son los cuatro puntos que se destacan en cuanto a impactos significativos.

La reducción de estos aspectos ambientales se aborda con los siguientes objetivos estratégicos e iniciativas: • Contribuir a una mejora de la calidad ambiental de Sevilla y su área metropolitana.• Dotar a la ciudad de un Transporte Público Colectivo no contaminante.• Incorporar tecnologías limpias y eficientes en la flota e infraestructuras.

Estas son las iniciativas asociadas a los anteriores objetivos estratégicos encaminadas específicamente a reducir los 4 aspectos ambientales significativos citados:

• Incorporación de vehículos eléctricos
• Proyecto piloto: incorporación autobús de hidrógeno
• Compromiso de consumo de hidrógeno
• Compromiso de consumo de biometano

En relación al aspecto ambiental significativo de consumo de agua, la planta de reciclado de agua de lavado de autobuses ya está funcionando. Este año no se aprecia un descenso del consumo por causas laborales (baja de personal administrativo de organización de mantenimiento que afectó a datos que debían llegar al departamento de ingeniería y medio ambiente), por el ciberataque de noviembre de 2022 que afectó definitivamente a fichero sobre consumo de agua, y a una fuga de agua que logró repararse.

Apuesta por Combustibles sostenibles

Tussam ha realizado intentos de incorporar vehículos eléctricos al parque de vehículos de la empresa. En 2006 se comenzó una experiencia piloto con cuatro microbuses eléctricos de la marca Tecnobus, modelo Gulliver que finalizó en 2015 y que no dieron el resultado esperado, por la limitada autonomía sobre todo en los meses del uso del aire acondicionado. Además de la falta de autonomía suficiente presentaban averías frecuentes en el sistema de carga, al tratarse de una tecnología de baterías que ya ha dejado de utilizarse en este tipo de vehículos.

En 2021 se incorporó al Plan Estratégico 2021-2023 de TUSSAM la progresiva descarbonización de la flota de autobuses con la incorporación de autobuses eléctricos de última generación de tamaño estándar en los próximos años.

También se ha incorporado a dicho Plan Estratégico el proyecto piloto de probar la nueva de tecnología de autobuses eléctricos con pila de combustible, utilizando hidrógeno de origen renovable, por lo que en los próximos años se incorporarán algunos vehículos de este tipo.

Desde 2014 se analizan los vehículos ligeros eléctricos que salen al mercado con el fin de elegir vehículos eléctricos idóneos para la flota de vehículos auxiliares. En 2015 se llevó a cabo la adquisición de una furgoneta eléctrica para el tranvía. Durante 2022 se han incorporado 5 vehículos eléctricos a la flota auxiliar (furgonetas asignadas a mantenimientos de paradas y departamento de compras, y dos turismos asignados al jefe de Tráfico y Gerencia).