Internet va más allá de ser una red en la que los usuarios pueden interactuar entre ellos y en la cual se puede encontrar todo tipo de información. Millones de personas lo utilizan para ver vídeos y entre los más vistos podemos encontrar los de "animales divertidos". 

Y es que debemos reconocer que ver vídeos de animales nos transmiten felicidad. Así lo dice la ciencia: "nuestro cuerpo genera dos hormonas al observar animales tiernos que son clave en este proceso: la oxitocina y el cortisol". 

El vídeo que os enseñamos hoy en Mascotíssimas nos transmite tres cosas: ternura, felicidad y a la vez tristeza. En él se puede apreciar cómo un perro de la raza labrador llamado Stevie juega en un charco de agua. A priori puede parecer una historia común en la que un perro juega como cualquier otro saltando entre los charcos de agua, pero la realidad es que Stevie tiene un trastorno neurológico congénito llamado hipoplasia cerebelosa que afecta el control motor y sus movimientos, suponiendo así que el perro se tambalee al caminar.

Estos problemas de movilidad suelen detectarse al mes y medio del nacimiento del cachorro. Es probable que muchas personas hayan visto de perros así y lo hayan confundido con un perro muy alegre que baila o juega demasiado. De hecho, en el vídeo que enseñamos a continuación aseguran que es un "perrito ciego que descubre por primera vez un charco de agua". 

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En el vídeo se aprecia cómo el perro va alternando ladridos con saltos y movimientos y parece que está disfrutando al máximo del agua. Al ver dicho vídeo se puede pensar que tal y como dice el perfil de Instagram es un perro ciego que está tanteando el terreno y encuentra agua, pero lo cierto es que este vídeo fue grabado por la dueña de Stevie, Jane Cornelius, en Indiana (Estados Unidos). Esta mujer ha conseguido que su mascota lleve una vida completamente normal.