Emergencia climática

El consumo de energía renovable sigue siendo 15 veces menor que el de combustibles fósiles

  • Expertos actualizan su informe publicado en Bioscience en 2019 y alertan sobre varios factores de emergencia climática 

  • Pese a que el consumo de solar y eólica creció un 17% entre 2021 y 2022, el de carbón alcanzó en 2022 su máximo histórico

Carga del sistema de transporte ferroviario en una mina de carbón de Longwanggou, compañía China,  al norte del país.

Carga del sistema de transporte ferroviario en una mina de carbón de Longwanggou, compañía China, al norte del país. / Liu Lei / Europa Press (Hohhot)

Un equipo internacional de científicos ha actualizado el informe 'Científicos mundiales alertan sobre la emergencia climática' de 2019, que ha sido firmado conjuntamente por más de 15.000 científicos que representan a 163 países. Según el trabajo actualizado que ha publicado ahora Bioscience, “la vida en el planeta está bajo asedio” y “ahora nos encontramos en un territorio inexplorado”.

En el capítulo dedicado a energía los técnicos explican que el impulso a la recuperación verde tras el Covid-19 que muchos esperaban no se ha materializado en gran medida, que las emisiones de carbono han seguido aumentando y los combustibles fósiles siguen siendo dominantes.

De hecho, apuntan que el consumo anual de carbón alcanzará un máximo casi histórico de 161,5 exajulios en 2022. De este modo, aunque el consumo de energía renovable, tanto solar como eólica, creció un sólido 17% entre 2021 y 2022, sigue siendo aproximadamente 15 veces menor que el consumo de energía de combustibles fósiles. 

Aportando cierto contexto geopolítico, los investigadores destacan que un importante impulsor de las tendencias económicas y energéticas es la actual invasión rusa de Ucrania, "que ha acelerado la transición hacia las energías renovables en Europa, pero que también puede provocar que algunos países pasen del gas suministrado por Rusia al carbón", señalan en su documento.  

Este conflicto ya ha contribuido a un aumento masivo del 107% en las ayudas públicas a los combustibles fósiles por parte de Estados Unidos, de 531 mil millones en 2021  a 1097 mil millones en 2022 debido al aumento de los precios de la energía. "Si bien estos subsidios pueden proteger parcialmente a los consumidores de los aumentos de precios, a menudo no están bien dirigidos y ayudan a promover el uso de energía relacionada con los combustibles fósiles y las ganancias en lugar de alternativas bajas en carbono".

En el estudio William Ripple, profesor distinguido de la Facultad de Silvicultura de la Universidad Estatal de Oregón, y el ex investigador postdoctoral de OSU Christopher Wolf, junto con 10 coautores, actualizan el estado de los signos vitales planetarios e instan a tomar medidas inmediatas para frenar los efectos del cambio climático. La Fundación CO2 y Roger Worthington proporcionaron financiación parcial para esta investigación.

Además de las citadas cuestiones de energía, los investigadores citan algunos sucesos o 'signos vitales' analizados en el planeta, aludiendo a los incendios forestales canadienses que han bombeado más de una gigatonelada de carbono a la atmósfera este año (las emisiones totales de gases de efecto invernadero de Canadá en 2021 fueron de 0,67 gigatones) o los 38 días en los que se registraron temperaturas globales que superaron los niveles preindustriales en más de 1,5 grados centígrados.

Para los autores, incluso hay motivos para creer, que "la temperatura superficial global promedio registrada en julio puede haber sido la más alta observada en la Tierra en 100.000 años". Los expertos también plantean preocupaciones sobre los riesgos relacionados con el clima para la seguridad alimentaria, y señalan que aproximadamente 735 millones de personas enfrentaron hambre crónica en 2022, un aumento de aproximadamente 122 millones desde 2019.

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