Llega la cuarta dimensión con el Panamera

Ponernos al volante de un vehículo de estas características supone disfrutar. El motivo no es otro que todo son detalles llevados al último extremo de elegancia y calidad. Con el Panamera es otra experiencia la conducción (el motor es un susurro inaudible aunque nos guste la velocidad).

Además, está concebido para cuatro plazas, cada una corresponde a un asiento individual. Por forma, dimensiones y sujeción, los dos asientos traseros son muy similares a los delanteros. Por altura y espacio para las piernas hay sitio suficiente para que viajen cuatro adultos de estatura elevada., lo que implica un mayor confort dando lo mismo -en cuanto a comodidad- ir delante o detrás.

Opcionalmente, los pasajeros de las plazas traseras pueden tener mandos para variar la posición de los asientos (alargar la banqueta o reclinar un poco el respaldo) y ajustar individualmente el climatizador. Todo este despliegue de botones supone, según Porsche, "más facilidad para el usuario en cuanto a utilizar las prestaciones, pues no tiene que perder el tiempo en buscar lo que quiere en un único menú principal".

Sea como fuere, la posición al volante es excelente para disfrutar conduciendo un vehículo único hasta el momento. El asiento va colocado cerca del suelo y puede tener múltiples posibilidades de regulación. El volante queda prácticamente vertical y permite, debido a lo amplio de sus regulaciones, ir con el asiento muy alejado del salpicadero a un conductor de estatura elevada.

El maletero, por su parte, tiene 455 litros de capacidad con la posibilidad de alcanzar hasta los 1.260 litros abatiendo fácilmente los respaldos. Como siempre, el contacto se mantiene al lado izquierdo del volante. El cuadro de instrumentos tiene el cuentarrevoluciones en el centro -marca de la casa-, y es el indicador de mayor tamaño; el siguiente, por su derecha, es una pantalla que sirve para visualizar información del ordenador, del teléfono y para observar, además de en la pantalla de la consola, el navegador. Asimismo, en Porsche no escatiman en detalles, y para mayor disfrute, no han dudado en encargar el equipo de sonido a los especialistas de Burmester, que tampoco han escatimado en potencia: 16 altavoces y un total de 1.000 vatios.