Las normas de circulación están para algo e incumplirlas pone en riesgo tu vida, la de los que te acompañan y de los que están en la carretera. Por ello, hay que ser conscientes de lo que se hace y no se hace al volante. Todo el que lleva cierto tiempo al volante seguro que ha recibido alguna multa de tráfico, e incluso perder algún punto en el carnet. Los conductores noveles que acaban de empezar y que piensan que a ellos nunca les pasará, sí en algún momento tendréis una multa.

Que te multen nunca es agradable. El golpe económico, y en la paciencia, suele ser doloroso. Por ello es importante saber, primero, si has sido multado para ello la primera opción para consultarlo es TESTRA, el Tablón Edictal de Sanciones de Tráfico de la DGT. En el se publican todas las notificaciones que existen sobre edictos sancionadores de las distintas Administraciones Públicas, desde la propia DGT, hasta los ayuntamientos, la policía autonómica… Con el cambio de legislación se integró en el Tablón Edictal Único del BOE, dejando claro que en ambos sitios se publican estas sanciones. En estos apartados puedes comprobar si existe algún tipo de sanción en tu contra.

Por otra parte,  la Dirección Electrónica Vial también puede notificarte en caso de infracción. Se trata de un buzón electrónico en el que los usuarios se pueden dar de alta para que las comunicaciones y notificaciones puedan hacerse de manera telemática. De esta forma las multas se te advertirán por correo electrónico y también por SMS al teléfono.

Para consultar la multa en el TESTRA O TEU solo es necesario introducir l DNI, NIE, CIF o matrícula del vehículo. Estas notificaciones incluirán toda la información de cada infracción como el tipo, la administración, el plazo…

Después de comprobar que existe una multa a tu nombre es importante averiguar cuando se ha notificado la infracción. Las  que son por exceso de velocidad no se suelen notificar al instante, ya que el radar debe gestionarla electrónicamente tras su detección.

Según el artículo 76 de la Ley de Tráfico existen cuatro motivos para que una multa llegue en un correo postal certificado. Si la detención del vehículo puede suponer un peligro para la circulación, si un vehículo está aparcado incorrectamente y el conductor no está presente, si la infracción es detectada a través de sistemas electrónicos, como el exceso de velocidad por un radar o el uso del teléfono móvil por una cámara o si los agentes no pueden detener o perseguir al vehículo.

En cualquiera de los supuestos el tiempo suele variar, pasando varias semanas o incluso u plazo de entre tres y seis meses. Las multas por exceso de velocidad, por ejemplo, suelen tardar de una a tres semanas.