Respecto a su antecesor, el nuevo Clase E mantiene prácticamente el mismo tamaño ya que la longitud sólo varía 1,5 cm, la anchura lo hace 3,5 y la altura 0,8 cm, en todos los casos al alza. Así la carrocería del nuevo modelo mide, en el mismo orden, 4,95, 1,88 y 1,47 cm. El mayor indicador dimensional del cambio generacional está en la distancia entre ejes: pasa de los 2,94 a 2,96 m. El coeficiente aerodinámico es de 0,23, semejante al del coche al que sustituye, mientras que la superficie frontal es algo mayor.

Sus rivales siguen siendo los de siempre: Audi A6 y BMW Serie 5, con alternativas también entre Volvo, como es el S90; Lexus, con el ES; Jaguar, con el XF o el DS9, por ejemplo.

En Europa, las ventas de las nueva Clase E comenzarán en el verano. Incialmente, con una gama compuesta por seis versiones.

Junto con los cambios de aspecto que afectan fundamentalmente al frontal, con una parrilla distinta según se trate del acabado Avantgarde o Exclusive; en su interior recibe el cuadro de instrumentos Superscreen MBUX que le permite disponer de hasta tres pantallas concatenadas -la del acompañante es siempre opcional- que ocupan el salpicadero de lado a lado. La de la instrumentación puede configurarse en múltiples estilos, mientras que, según Mercedes, "los iconos principales del display central y del display opcional para el acompañante son ahora más sencillos y, además, están codificados por colores". Las pantallas y el sistema de infoentretenimiento MBUX comparten un nuevo y potente ordenador central.

Lo más significativo del paso hacia la digitalización de la nueva Clase E son los cambios en el salpicadero.

Con la nueva iluminación ambiental activa se puede disponer de una visualización del sonido, de modo que los ocupantes puedan ver oscilaciones en la banda de luz. Asimismo, puede trabajar conjuntamente con algunas ayudas a la conducción para reforzar sus indicaciones.

También ahora es posible instalar aplicaciones de terceros que se pueden ejecutar en la pantalla central. Es el caso de TikTok, el juego de Angry Birds, Webex o Zoom, así como el navegador web Vivaldi. Para hacer posible el funcionamiento de algunas de ellas, también se integra una cámara en la zona superior de la instrumentación. No es la única en el interior del Clase E en tanto que hay otras en el techo que se ocupan de captar los movimientos de los ocupantes para activar funciones mediante gestos, sin necesidad de tocar la pantalla. Cámaras interiores también trabajan para evitar que el conductor pueda ver los contenidos, si el coche está en marcha, que se reproducen en la pantalla del acompañante.

Las bandas luminosas que recorren el interior tienen también funciones de seguridad, mientras que la pantalla opcional del acompañante no es visible para el conductor.

Entre lo más innovador de este Mercedes está que dispone de un sistema de Inteligencia Artificial. Este puede aprender de los pasajeros para activar funciones de confort que son usadas repetitivamente. Las rutinas pueden llevarse a cabo con ajustes de la climatización, masaje de asientos, etc. Esa climatización es, de serie, bizonal, aunque existe la posibilidad de que pueda distribuirse el habitáculo en cuatro áreas y con las salidas controladas electrónicamente, además de forma manual.

Funciones relacionadas con el confort, como la climatización, pueden ajustarse a través de una Inteligencia Artificial, a las rutinas de los ocupantes.

Tracción trasera o total, dirección a dos o cuatro ruedas...

La nueva Clase E contará en opción con un paquete que incluye la suspensión neumática, amortiguación regulable y el eje trasero direccional, como alternativa a la configuración de chasis con muelles metálicos y amortiguación adaptativa.

Como en otros Mercedes que cuentan con la dirección posterior, si las ruedas traseras pueden pivotar llegan a hacerlo 4,5º con lo que se reduce el diámetro de giro en las maniobra en 0,9 m y pasa a ser de 10,8 m en las versiones de propulsión y 11,1 en las de tracción total. Elegir esta dirección en el eje trasero también conlleva cambios en la del eje delantera, con menos desmultiplicación.

Como ocurre en otros Mercedes, las renovaciones incorpora electrificación en toda la oferta en distintos niveles.

En lo que respecta a la oferta de propulsores, es posible elegir el Clase E con dos motores de combustión microhibridados. Se trata del de gasolina de 204 CV, una E 200 que será la más asequible de la gama cuando Mercedes proporcione los precios;0 y del Diesel de 197 CV. El motor eléctrico asociado a ellos es ahora más potente, da 23 CV, y les permite tener la etiqueta Eco de la DGT.

Adicionalmente, esta Clase E tiene dos versiones con etiqueta Cero, ambas híbridas enchufables y basadas en motores de gasolina. Cuentan con 313 y 381 CV gracias al empuje de combinado de un motor de combustión -en cualquiera de las versiones del Clase E es siempre un 2 litros de cuatro cilindros combinado con la caja automática de nueve marchas- y un eléctrico que, en este caso, da 129 CV (95 kW) en ambos, de modo que la diferencia final de potencia la marca el térmico. Gracias a una batería de 25,4 kWh pueden homologar autonomías exclusivamente eléctricas de 111 km para la versión más potente y 118 para la que lo es menos.

La capacidad del maletero es de 540 litros en los microhíbridos y 370 en los PHEV, ya que la batería de alta tensión resta espacio de carga.

Por el momento, la tracción total 4Matic es de serie en el híbrido más potente, el E 400e; y una alternativa a la propulsión en el Diesel, E 220d; y en el PHEV de 313 CV, el E 300e.

Entre las ayudas a la conducción habrá un sistema de detección de distracciones que se basa en la mirada del conductor para determinar la atención del conductor u otro que aparcará el coche autónomamente, sin necesidad de que haya nadie al volante.