Críticas tras el Argentina-Islandia

Messi, bajo mil toneladas de presión

  • El capitán no se dejó ver ante los medios argentinos, lo que acrecentó las dudas sobre su estado de ánimo.

Leo Messi se lamenta tras la fallar una ocasión de gol ante Islandia el pasado sábado.

Leo Messi se lamenta tras la fallar una ocasión de gol ante Islandia el pasado sábado. / Lavandeira jr / efe

Toneladas de presión carga sobre sus espaldas Leo Messi de cara al partido del jueves ante Croacia. Muchas más de las que trajo consigo a su cuarta Copa del Mundo, que a sus casi 30 años podría significar su última gran oportunidad.

"Amargura, dolor y responsabilidad". Ésas fueron las tres palabras usó Messi para definir lo que sintió tras errar el penalti que pudo dar la victoria a la selección argentina contra Islandia. Además, la estrella del Barcelona falló después en dos tiros libres.

La 'messidependencia' atenaza a la albiceleste tras su amargo debut contra Islandia

"Se le vio mal a Leo", dijo el centrocampista Maximiliano Meza tras el encuentro. Y es que el empate (1-1) tuvo sabor a derrota. "Messi es humano", subrayó Sergio Agüero intentando restarle responsabilidad a su compañero.

Messi no estuvo en el entrenamiento abierto de la albiceleste. Los titulares en el empate ante Islandia hicieron trabajo regenerativo en el gimnasio, evitaron el contacto con la prensa y las especulaciones sobre el estado de ánimo reinante crecieron.

El técnico, Jorge Sampaoli, que meses atrás reconoció que la selección era "más de Messi" que suya, consideró que el capitán "por tener tantas capacidades diferentes no tendría que tener ninguna presión".

Pero el delantero no lo siente así. Sabe que más que nunca el equipo depende de él, como cuando selló la clasificación en Quito con un hat-trick frente a Ecuador en la última jornada de la eliminatoria sudamericana en octubre.

Y además, su eterno rival, Cristiano Ronaldo, le ha dejado el listón muy alto con sus tres goles ante España.

La estrategia para el decisivo partido el jueves con Croacia, primero del Grupo D, preocupa a Messi y al cuerpo técnico. El goleador albiceleste no encontró socios a la hora de generar peligro. Sólo Agüero peleó con él ante la doble muralla vikinga, que fue su pesadilla. También el ingreso tardío de Cristian Pavón trajo algún desborde por la banda izquierda.

Javier Mascherano señaló que Messi "es el jugador al que más se abastece en zonas muy difíciles, con mucho cúmulo de gente y poco espacio". "Las acciones que tiene que hacer son mucho más difíciles y complejas", añadió, en otro intento por descargar de responsabilidad, y quizá también de culpa, a su líder.

Pero la messidependencia no siempre funciona, y menos cuando muchos factores conspiran contra la magia del cinco veces ganador del Balón de Oro. La selección argentina no es el Barcelona y el desafío urgente de Sampaoli es conseguir en cuestión de horas el entorno que mejor potencie las cualidades de su estrella.

Messi ya anticipó que su continuidad en la albiceleste no está clara. "Depende de cómo vaya este Mundial seguiré o no jugando en Argentina", declaró al diario Sport meses atrás. Visto en perspectiva, mucho más que un título está en juego en Rusia 2018.

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