Un nuevo derrumbe en los silos de Beirut empaña el segundo aniversario de la explosión
Líbano
Marcha para arropar a las familias de los más de 200 muertos y 6.500 heridos en el desastre
Dos años después, la investigación está paralizada
Los restos de los silos del puerto de Beirut, símbolo de la explosión que hace dos años causó más de 200 muertos, volvió a sufrir este jueves un colapso parcial, el segundo en cinco días, justo cuando cientos de personas acudían a la zona para conmemorar el aniversario de la tragedia.
Poco antes de las 17:00, hora local, cuando estaba previsto que tres marchas iniciadas en diferentes puntos de la ciudad confluyesen frente al puerto capitalino, donde se originó la deflagración, los enormes graneros vomitaron una nube de polvo.
Algunos manifestantes se encontraban ya en el punto de reunión, la icónica Estatua del Emigrante, ubicada en los lindes del reciento portuario y desde la que se pueden ver las ruinas de los silos a unos cientos de metros de distancia.
Una fuente de seguridad destacada en la zona confirmó a Efe que la nube de polvo fue causada por el derrumbe de una parte de los silos, un símbolo de la tragedia que las familias de las víctimas piden preservar y la única estructura que quedó parcialmente en pie en la zona cero.
Las ruinas ya sufrieron otro colapso parcial el pasado domingo debido a los incendios que les afectan desde hace tres semanas por la fermentación de restos trigo almacenados allí antes de la tragedia, mientras las autoridades argumentan que el peligro de derrumbe dificulta una respuesta.
Sin justicia dos años después
Haciendo caso omiso de la guía de actuación emitida por las autoridades ante un posible derrumbe total o parcial de los graneros, varios cientos de personas se quedaron en el área o continuaron marchando hacia ella para arropar a las familias de los más de 200 muertos y 6.500 heridos en el desastre.
"Mi hijo y todas las víctimas tenían derecho a vivir y a estar seguros, es nuestro derecho saber por qué materiales explosivos fueron mal manejados y almacenados en el principal puerto de la ciudad, en un área residencial", clamó la madre de uno de los fallecidos desde un palco colocado frente al puerto.
Las toneladas de nitrato de amonio que explotaron en Beirut llevaban años en un almacén portuario sin medidas de seguridad y líderes como el presidente libanés, Michel Aoun, y el entonces primer ministro, Hasan Diab, han reconocido que sabían de su existencia antes de la tragedia.
Además, la investigación de la tragedia está suspendida desde el pasado diciembre debido a peticiones presentadas por ex altos cargos sospechosos en el caso contra el juez encargado de la investigación, cuya labor ha enfrentado obstrucciones "repetidamente", de acuerdo con diversas organizaciones por los derechos humanos.
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