El Ministerio del Interior saudí ha advertido de que los extranjeros de cualquier religión que no cumplan los preceptos del mes sagrado del Ramadán y, por tanto, ingieran bebidas y alimentos y fumen en lugares públicos, serán expulsados del país, según ha informado el portal Gulf News.

Este miércoles han comenzado en Arabia Saudí las celebraciones del Ramadán, el mes sagrado en el que los musulmanes tienen que ayunar desde que amanece hasta la puesta del sol. "Se examinarán los casos de quienes sean sorprendidos, que se enfrentarán a medidas legales en función de su violación", declaró el Ministerio al diario saudí Al Watan. "El castigo podría variar entre pena de cárcel, latigazos, o ambos, mientras que los extranjeros podrían, además, ser expulsados del reino", añadió.

El Ministerio ha pedido a la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio que intensifique la vigilancia en las calles para garantizar así el cumplimiento pleno de las directivas, según han informado fuentes de este organismo. "Esta decisión es aplicable a todas las personas, independientemente de que sean musulmanes o no, que tienen que cumplir a rajatabla la normativa saudí que prohíbe estrictamente violar la ética del Ramadán", han advertido fuentes oficiales.