Rumanía deroga oficialmente el decreto que despenalizaba algunos delitos de corrupción
La retirada de la ley no calma las protestas que por sexto día seguido exigen la dimisión del primer ministro
Cientos de miles de rumanos volvieron a manifestarse, muchos de ellos solicitando la renuncia del Gobierno socialdemócrata, pese a que el Ejecutivo revocó ayer el impopular decreto ley que despenalizaba algunos delitos de corrupción. Los manifestantes lanzan lemas -por sexto día consecutivo- como "Queremos que nos oigáis, no que nos mintáis" o "Lo habéis conseguido, nos habéis unido" en la plaza que está frente a la sede del Gobierno en Bucarest, entre silbidos, banderas y el sonido de vuvuzelas.
"No dimitiré, hemos ganado las elecciones con millones de votos", declaró el primer ministro, Sorin Grindeanu, a la televisión Antena3, y recordó que en diciembre el Partido Socialdemócrata (PSD) venció con el 45% de las papeletas en los comicios legislativos. El número de manifestantes en la capital rumana ascendió a primera hora de la noche a 200.000.
"Queremos que dejen de aprobar leyes que les beneficien, no nos conformamos con la retirada del decreto", dijo Ciprian Todita, un informático de 34 años. En los pasados días salieron a la calle una media de 250.000 personas por la noche para mostrar su rechazo a un decreto ley aprobado por vía de urgencia que despenalizaba la corrupción si los daños para el Estado eran menores a 44.000 euros.
El Gobierno derogó ayer oficialmente la polémica medida por la presión de la calle y lo publicó en el Boletín Oficial para que entrara en vigor de inmediato. Grindeanu dijo que el Gobierno retiraba la medida porque no quería "dividir Rumanía en dos" y prometió trabajar con la oposición para redactar un nuevo proyecto de ley de consenso.
Grindeanu ha solicitado al Ministerio de Justicia que ponga en marcha un debate público con todos los partidos políticos y la sociedad civil.
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