Soldados mexicanos acaban con la vida del 'Jefe de jefes' del narcotráfico

Arturo Beltrán Leyva fue abatido el miércoles por la noche en un impresionante despliegue de 400 soldados de la Marina y el Ejército · Según EEUU, su cártel tenía en su poder el mayor 'stock' de cocaína

Militares mexicanos presentan a tres miembros del clan capturados en la operación, así como gran cantidad de armamento.
Militares mexicanos presentan a tres miembros del clan capturados en la operación, así como gran cantidad de armamento.
María Verza / México D. F.

18 de diciembre 2009 - 05:03

De una narcofiesta a la muerte. Arturo Beltrán Leyva, el Jefe de jefes, el Barbas, uno de tres narcotraficantes más buscado por México y EEUU fue abatido el miércoles por la noche en una urbanización de Cuernavaca (85 kilómetros al sur de la capital) en un impresionante despliegue de 400 efectivos de la Marina y el Ejército apoyados por helicópteros.

Las Fuerzas Armadas cercaron el edificio, trasladaron a los civiles a un gimnasio de la urbanización y, tras revisar piso por piso, localizaron a los criminales. Fue una hora de intenso tiroteo con armas automáticas y granadas en el que murieron otras siete personas (entre ellos un marino). Dos mujeres y un hombre fueron detenidos.

Televisiones mexicanas transmitieron imágenes de la movilización de tropas en las calles de Cuernavaca. Según testigos citados por radios y televisiones locales, los tiroteos se prolongaron por varias horas y se desataron cuando una granada fue lanzada contra un helipuerto.

El operativo, fruto de meses de trabajo de Inteligencia, se inició el viernes pasado cuando la Marina intentó capturarlo en una narcofiesta, amenizada por conocidos grupos mexicanos, en la que se encontraba junto a su jefe de sicarios, Edgar Valdés, la Barbie, ahora desaparecido.

El Jefe de jefes, de 51 años, era el mayor de los nueve hermanos Beltrán Leyva, una familia involucrada en el narcotráfico desde hace décadas que formaba parte del cártel de Sinaloa y, según Estados Unidos, tenía en su poder el mayor stock de cocaína al ser intermediario de todos los grupos colombianos. Hace más de un año, tras la detención de uno de sus hermanos, el Barbas se enfrentó al líder del cártel, Joaquín el Chapo Guzmán (el más buscado del mundo tras Osama ben Laden) y comenzó una violenta guerra entre capos.

Conocido sanguinario, pactó con Los Zetas y el Cártel de Juárez y tenía un enorme poder para corromper autoridades (compró hasta al zar antidrogas, Ramírez Mandujano). En 2008 estuvo a punto de ser detenido. Ese mismo día mandó asesinar al jefe de Policía que organizó la operación.

Los operativos para la captura de el Barbas se intensificaron desde agosto, cuando el Departamento de Justicia estadounidense incluyó a los Beltrán Leyva en una lista de 43 responsables del ingreso de toneladas de droga en ese país. El fiscal general de EEUU, Eric Holder, aseguró entonces que esa organización introdujo entre 1990 y 2008 unas 200 toneladas de cocaína y una cantidad similar de heroína, y que con sus actividades obtuvieron unos 5.800 millones de dólares.

La Administración del presidente Felipe Calderón está siendo muy criticada en los últimos meses por su estrategia contra los narcos, que ha provocado un aumento sin precedentes de la violencia en el país.

México ha desplegado desde diciembre de 2006 a unos 50.000 militares en distintos puntos del país para combatir a los cárteles del narcotráfico, a los que se responsabiliza de más de 14.000 homicidios en tres años.

Según informes oficiales, en los tres años de Gobierno de Calderón han sido detenidas por la Policía Federal más de 800 personas vinculadas a los distintos cárteles de las drogas, la mayoría (388) integrantes del Cártel del Golfo-Zeta (al que están aliados los Beltrán Leyva), seguidos de La Familia Michoacana, con 200 capturados.

Fuentes académicas y de Inteligencia calculan que en México medio millón de personas trabajan para los cárteles, de los cuales unas 300.000 se emplean en el cultivo de marihuana y amapola, unas 160.000 en el transporte y comercialización de la droga, y los restantes 40.000 son sicarios y capos.

stats