-El Gobierno israelí consiguió la liberación del soldado Shalit a cambio de más de un millar de presos palestinos. ¿No cree que este canje desproporcionado podría llevar a intentar más secuestros?

-El soldado Guilad Shalit llevaba más de 5 años secuestrado y tenemos un compromiso con nuestros soldados. Realizamos un esfuerzo demasiado largo en buscar la forma de liberar a Shalit sin tener que negociar con terroristas pero terminó sin éxito y nos forzó a hacer este acuerdo. Para nosotros, lo importante es el aspecto humano, la liberación de Shalit. Tenemos la esperanza de controlar la situación para evitar que se convierta en una ola de atentados.

-La reacción de Israel a la entrada de Palestina en la Unesco, ¿no complica el proceso de paz?

-Casi al contrario, creemos que el proceso de paz requiere un diálogo y negociación entre nosotros y los palestinos, y la aventura palestina de elegir negociaciones en diferentes foros internacionales nos aleja del proceso de solución de los problemas fundamentales para poder establecer dos estados, uno judío y otro palestino, que viven juntos con paz y seguridad.

-¿Qué opina del voto de España a favor de la entrada de Palestina en la Unesco?

-Creemos que es un error. La comunidad internacional podría hacer mucho más para no sólo crear esta opción sino también empujar a los partidos que negocian la solución a los temas fundamentales que permitan el avance. Este ejercicio en la ONU y la Unesco no acerca a una solución, sino que la aleja.

-La semana pasada salió a la luz una conversación entre Sarkozy y Obama en la que el presidente francés calificaba de "mentiroso" al primer ministro Netanyahu. ¿Estas palabras podrían ser el inicio de un distanciamiento?

-No lo sé. La verdad es que no quiero imaginar qué piensa Sarkozy sobre Obama en privado y sobre otros. Quisiera que los líderes tuvieran una relación de confianza, lo que piensen en privado queda en privado.

-El presidente Simon Peres dijo que "la opción de un ataque militar contra Irán parece más cercana que la diplomática". ¿Cree que esa opción está más cerca tras conocerse el informe de la AIEA en el que se afirma que Irán construye el arma nuclear?

-Prefiero pensar que este informe de la agencia internacional, que es el lugar más fiable para obtener este tipo de información, cree un ambiente más de urgencia para la comunidad internacional de cara a tomar medidas que obliguen a las autoridades iraníes a elegir entre continuar con el programa nuclear, tener una línea de sanciones mucho más significativas y un aislamiento o cambiar su dirección y obtener colaboración. Prefiero pensar que este foro podría crear colaboraciones y la urgencia de medidas que lleven a una solución sin necesidad de usar la fuerza.

-A finales de mes se celebrarán elecciones en Egipto. ¿Qué panorama vislumbra en las relaciones con este país?

-La realidad es que no lo sabemos. La situación en Egipto es fluyente, la comunidad internacional espera el surgimiento de una sociedad con libertades, democrática, que quiere ejercer un papel constructivo en la región y que sea un socio cultural, comercial y político de los países democráticos. Si así es, espero que también las relaciones con Israel mejoren. Hay otras opciones de las que somos conscientes pero esperamos que Egipto pueda volver a jugar un papel constructivo en nuestra región con relaciones y un diálogo con Israel.

-¿Qué le parece la postura de la comunidad internacional con respecto a Siria?

-El régimen sirio de Al Asad es uno de los más amargos enemigos de Israel, es un aliado de Irán en sus esfuerzos por aislar y presionar a Israel, ha mantenido una fluidez de armamento con Irán, la organización terrorista Hezbolá y Hamas, y ha permitido que Hezbolá controle armas sofisticadas en Siria. No tenemos ninguna simpatía hacia el régimen de Asad. ¿Cómo se puede desarrollar la situación allí? Prefiero dejar esto a las decisiones de la Liga Árabe y a los propios ciudadanos sirios. Desde nuestro punto de vista, una transición que parece necesaria podría conllevar una serie de amenazas y riesgos, pero el cambio del régimen sirio no es algo que veamos negativamente, ojalá ocurra. Pero en la situación donde estamos en Oriente Próximo tenemos que tener cuidado de dar demasiados consejos a otros países sobre cómo tratar este tema.

-¿En qué situación se encuentran las relaciones con Turquía?

-Turquía ha jugado un papel constructivo en el pasado y estoy convencido de que puede jugarlo en el futuro. Esperamos un ajuste en el nivel de declaraciones incendiarias y en la dirección que ha tomado, especialmente en el último año, el liderazgo turco. Queremos reanudar el nivel de relaciones si no similar al que tuvimos en el pasado sí mejor del que tenemos hoy y que Turquía vuelva a jugar un papel más constructivo y de estabilidad en nuestra región.

-Su antecesor dijo que pudo sentir "parte del odio y del antisemitismo que existen en la sociedad española". ¿Cree usted también que existe ese sentimiento en España?

-Crear encuentros entre la sociedad española y la israelí es la mejor manera de combatir estereotipos y prejuicios. Existe un comercio entre Israel y España, también con Andalucía, y crece el interés de intercambio comercial. A nosotros nos toca trabajar más para crear más conocimiento entre las sociedades, y hacerlo es la mejor manera de combatir ciertos sentimientos prejuicios históricos que existen en diferentes partes de la sociedad. En esto enfoco mi trabajo, en crear estos puentes entre Israel y España, con las sociedades, las universidades, las instituciones culturales y llenarlos de acontecimientos que permitan mejor entendimiento y combatir posiciones que no tienen base real.