La Justicia francesa sospecha que algunos de los presuntos miembros de la red islamista, detenidos el pasado sábado, pretendían unirse a combatientes yihadistas en Siria, según anunció ayer el fiscal de la República en París, François Molins.

Es una de las líneas de investigación preferentes en relación con los detenidos, siete de los cuales fueron presentados ayer ante la Justicia para su imputación en relación con la pertenencia a una organización terrorista. Además, cinco de los detenidos, todos ellos franceses con edades comprendidas entre los 19 y los 25 años, están de alguna manera relacionados con el atentado cometido en Sarcelles (norte de París) contra un comercio judío el 19 de septiembre.

En relación con los contactos mantenidos con medios yihadistas en el extranjero, Molins contó en conferencia de prensa que se han obtenido datos sobre viajes a Egipto y Túnez de uno de los detenidos. Molins dijo que la Fiscalía solicita al juez el envío a prisión de los siete presuntos miembros de la red islamista y aseguró que, según los datos de que se dispone después de las investigaciones realizadas, pretendían cometer actos terroristas.

La operación desplegada el pasado sábado -en la que resultó muerto uno de los presuntos miembros de la red islamista, Jérémie Sidney- se adelantó, precisó Molins, al tener los investigadores datos sobre el "carácter muy inquietante sobre el estado avanzado del proyecto" de cometer un atentado. El fiscal confirmó que en un garaje de una localidad próxima a París se encontró material suficiente para fabricar artefactos explosivos caseros.