Diez personas mueren cada día de tregua en el este de Ucrania

La ONU confirma las continuas violaciones del alto el fuego y critica la falta de acceso de los observadores a las fosas comunes halladas

Unas personas rodean el cuerpo de fallecido por el impacto de un obús ayer en un restaurante de Donetsk.
Unas personas rodean el cuerpo de fallecido por el impacto de un obús ayer en un restaurante de Donetsk.
Isabel Saco (Efe) Ginebra

09 de octubre 2014 - 05:03

La ONU confirmó ayer que persisten las violaciones del acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno de Ucrania y los grupos separatistas prorrusos en el este del país y que desde su firma se registran en promedio diez muertos al día.

Esa cifra se asemeja a la de víctimas mortales que se registraban cada día entre mayo y principios de julio, antes del momento de mayor incremento de muertos, entre finales de agosto y principios de septiembre, cuando eran 42 diarios.

La firma del acuerdo dirigido a detener esa espiral de violencia tuvo lugar el 5 de septiembre en Minsk (Bielorrusia). "Desafortunadamente las violaciones (del alto el fuego) continúan cada día, con la muerte de una decena de personas, aunque no se registran operaciones militares masivas", dijo el jefe de las Américas, Europa y Asia Central de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Guianni Magazzeni.

El funcionario presentó en Ginebra el último informe elaborado por el equipo de observadores de derechos humanos de la ONU en Ucrania, que indica que 3.660 personas han muerto en la zona del conflicto armado y otras 8.756 han resultado heridas. Se estima que cerca de 1.100 de los fallecidos y unos 3.300 heridos eran de las Fuerzas Armadas.

En cualquier caso, el informe insiste en que son cifras conservadoras y que el número real de víctimas es "mucho más alto".

Por otra parte, Magazzeni señaló que los observadores de la ONU no tuvieron acceso a los lugares donde los grupos separatistas afirman haber descubierto fosas comunes con los restos de numerosas personas, en una zona cuyo control se alternaron en los últimos meses las fuerzas rebeldes y oficiales. "Necesitamos acceso sin restricciones para establecer los hechos, con apoyo de especialistas forenses, y que se tomen las medidas para la preservación de las evidencias. En estos momentos no estamos en condiciones de hacer esto", admitió.

Sobre la responsabilidad de la supuesta matanza, explicó que el lugar estuvo entre mayo y julio bajo control de fuerzas separatistas, a mediados de agosto fue recuperado por unidades gubernamentales y el 21 de septiembre volvió a caer en manos rebeldes. La ONU recibió la denuncia sobre el hallazgo de las fosas el día 23.

El sitio donde se asegura que están las fosas comunes se encuentra en la región de Donestk, en un área donde hay pequeños poblados y adonde, por razones de seguridad, los especialistas de derechos humanos no logran llegar.

Magazzeni dijo que es fundamental el conocimiento forense para investigar lo ocurrido y, si se hallan los cadáveres, establecer cuándo y cómo murieron.

Por otra parte, el informe revela que en las dos semanas que precedieron a la firma del acuerdo los separatistas recibieron refuerzos de "un número cada vez más importante de combatientes extranjeros, incluidos ciudadanos que se cree provenían de Rusia". A estos grupos armados, la ONU les acusa de aterrorizar a la población y de continuar con los secuestros, torturas y asesinatos.

Las acusaciones se extienden a las fuerzas gubernamentales y, en particular, a los batallones formados por voluntarios para combatir a los separatistas y que están, en teoría, bajo el mando de los ministerios de Defensa o del Interior.

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