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Más de treinta muertos en un atentado frente a un hotel en Pakistán

  • La explosión se debió a una bomba instalada en el interior de un vehículo del aparcamiento.

Un atentado suicida lanzado contra  empleados que hacían fila para cobrar sus salarios fuera de un banco y un hotel  de Pakstán este lunes mató a por lo menos 34 personas, mientras la ONU  anunciaba que retiraba a su personal extranjero del norte del país.

En el segundo atentado de gran magnitud que mata a civiles en menos de una  semana, el ataque perpetrado cerca del cuartel general del ejército de la  ciudad guarnición de Rawalpindi mostró el enorme peligro que constituyen los  militantes de Al Qaida en Pakistán.

Este atentado fue perpetrado fuera de un edificio donde se encuentran un  banco y el Hotel Shalimar de cuatro estrellas. La zona quedó cubierta de trozos  de carne humana, sangre y vidrios rotos.

"Nuestro edificio se sacudió como si hubiera un terremoto y cuando salimos  había humo por todas partes y trozos de cadáveres fueron lanzados dentro de  nuestra oficina", declaró a la AFP Raja Sher Ali, gerente de mercadeo de una  compañía local.

Un incremento en la violencia dejó más de 300 personas muertas el mes  pasado mientras el gobierno lanzaba una gran ofensiva contra el Movimiento de  los Talibanes en Pakistán (TTP) en el cinturón tribal, donde funcionarios  norteamericanos dijeron que Al Qaida está planeando ataques contra Occidente.

Un alto jerarca policial dijo que el último atentado fue obra de un  kamikaze, aunque los socorristas afirmaron que la causa de la explosión todavía  no había sido aclarada.

"El kamikaze vino en moto y la hizo volar cerca de una fila de personas que  esperaban para recibir sus salarios. Encontramos los restos de una chaqueta con  explosivos y trozos del cadáver del kamikaze", declaró el oficial de policía  Aslam Tarin a los periodistas.

Deebha Shehnaz, la portavoz de los socorristas, dijo a la AFP que llevaron  34 cadáveres a tres hospitales diferentes, y que había 32 heridos.

La explosión se produjo a poca distancia del Hotel Pearl Continental y del  cuartel general del ejército paquistaní, donde el mes pasado se produjo un  audaz ataque seguido de una toma de rehenes de más de 24 horas por un comando  de diez combatientes islamistas.

Veintitrés personas murieron en ese ataque, que causó un profundo malestar  entre las autoridades porque reveló fallos importantes de seguridad.

Rawalpindi, que se encuentra en un suburbio de Islamabad, es una  megalópolis que ha sido afectada en numerosas oportunidades por atentados.

En los dos últimos años se han producido numerosos ataques en Pakistán que  costaron la vida a unas 2.400 personas, perpetrados en su mayor parte por  kamikazes del TTP.

Este atentado "no disminuirá nuestra determinación de erradicar y eliminar  esta amenaza", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores paquistaní, Shah  Mehmood Qureshi, al margen de una conferencia de países islámicos en vías de  desarrollo en Kuala Lumpur.

El incremento de la violencia condujo este lunes a las Naciones Unidas a  retirar a su personal extranjero del nororeste de Pakistán, pocos días después  de que al menos 118 personas murieron en un atentado con bomba en la ciudad de  Peshawar.

"El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, declaró el paso  a la etapa IV (operaciones de emergencia) en la Provincia de la Frontera del  Noroeste y las zonas tribales, con efecto inmediato", indicó la ONU en un  comunicado.

"El personal será trasladado inmediatamente", precisó una portavoz de la  ONU en Pakistán, Ishrat Rizvi.

"Esta decisión fue tomada debido a la situación de la seguridad en la  región", agrega este texto.

"Nosotros no tenemos mucho personal extranjero en la región", aclaró sin  embargo el comunicado.

Los atentados son frecuentes en ambas zonas.

El 21 de octubre, el Programa Alimentario Mundial (PAM) de las Naciones  Unidas cerró los centros de distribución de ayuda alimentaria que ayudaban a  más de dos millones de personas en el noroeste de Pakistán debido a las  amenazas contra su personal.

Cinco empleados del PAM perdieron la vida en un atentado suicida contra la  sede de esta organización en Islamabad el 5 de octubre pasado.

Pakistán ofreció el lunes recompensas equivalentes a cinco millones de  dólares por informaciones que permitan la captura, vivos o muertos, del jefe de  guerra talibán Hakimulá Mehsud y 18 de sus lugartenientes.

Las recompensas por los principales dirigentes del TTP fueron ofrecidas en  un anuncio del gobierno publicado en la primera página del diario The News y  difundido por los canales de televisión paquistaníes durante la noche del  domingo.

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