La danza vuelve a tomar el Cicus

Ahora! Danza, la muestra que patrocina el Cicus con la complicidad de Eléctrica Cultura, constituye desde hace años uno de los escasos escaparates donde se muestran algunos de los trabajos, grandes y pequeños, de la creación contemporánea actual. El ciclo, que comenzó el pasado mes de marzo con tres atractivas y diferentes propuestas (de Matxalen Bilbao, Leonor Leal y Bárbara Sánchez), congregó a una gran cantidad de público en el salón de actos del Cicus.

Una vez pasadas las llamadas fiestas mayores de la ciudad, el pasado día 22 de mayo se reanudó el ciclo con la actuación de los vascos Osa+Mujica y su Suddenly III. Pero el verano aprieta y la organización ha decidido sacar a su bonito patio, uno de los lugares con mayor actividad cultural de la ciudad, las dos últimas actuaciones. Hoy (21:00, entrada gratuita hasta completar aforo) Silencio Danza, de Málaga, y la compañía sevillana formada por David Eusse y la guatemalteca Andrea Pérez se unen para mostrar dos lenguajes muy diferentes.

Nieves Rosales (creadora de Silencio Danza y Premio Lorca 2016 a la Mejor Intérprete de Danza), que tiene en su haber hermosos trabajos de mayor formato, como La contadora de garbanzos o Cartas del desasosiego, nos trae La ceremonia de la despedida, según ella "una mirada al corazón por la que se escapa la vida contenida en el arte”. Una pieza que ella misma interpreta junto al bailarín Raúl Durán y que dará paso a otra exploración del movimiento y de las relaciones humanas. Por su parte Loop, que esta noche estrenan David Eusse y Andrea Pérez, pretende reflexionar sobre esas relaciones tóxicas en las que dos personas se disuelven hasta convertirse en una, perdiendo su propia identidad.

El próximo 5 de junio, el programa se cerrará con otras dos piezas cortas. La primera, de Marcat Dance (Jaén/Estados Unidos), una de las compañías más sobresalientes de Andalucía en estos momentos; la segunda, un compromiso: el de traer a Sevilla las piezas ganadoras del Certamen Coreográfico de Madrid; en este caso, Pacto, con la que Begoña Quiñones y Verónica Garzón ganaron el primer premio en 2018.

Azahar, la pieza de Marcat, es un trabajo coreográfico de Mario Bermúdez que habla sobre las etnias donde se comparten nexos históricos o territoriales y de la posibilidad de celebrar sus rituales en libertad. Será interpretada por el propio Bermúdez (ex bailarín de la prestigiosa Batsheva Dance Company de Israel) y por la americana Catherine Coury.

Por su parte, Pacto es una pieza sin música que habla del acto mismo de crear. Con una gran complicidad, las dos creadoras y bailarinas madrileñas proponen observar con atención el gesto como herramienta presente en toda negociación y los pactos como encuentros que implican toda una estrategia capaz de obligar al otro a ejecutar algo o a acomodarse a otra voluntad.