Adriana Lecouvreur, compuesta por Francesco Cilea y una de las cumbres de la ópera verista, entusiasmó a divas como Mafalda Favero o Renata Tebaldi, quien persuadió al gerente del Metropolitan de Nueva York, Rudolf Bing, para reponer un título que desde su estreno en Milán en 1902 había perdido el interés de los programadores. El dramatismo que brinda este personaje real -una actriz de la Comedia Francesa por la que sentía devoción Voltaire, y que según se cuenta murió envenenada por otra mujer que amaba también a su objeto de deseo, Maurizio- y arias tan estremecedoras como Poveri Fiori o Io son l'umile ancella han convertido en irresistible la obra de Cilea para una soprano.

Ainhoa Arteta no es una excepción: la guipuzcoana regresa desde hoy hasta el 2 de junio -también estará los días 24, 27 y 30- al Teatro de la Maestranza, donde ya tuvo interpretaciones memorables como Manon Lescaut, La Bohème o La Traviata, para abordar ahora el personaje que, dice, "más me define emocionalmente". En la presentación a la prensa de esta producción del Teatro San Carlo de Nápoles, la cantante confesó que comparte entre otras cosas el amor que la actriz siente por su oficio. "Para mí, quienes actuamos somos personas afortunadas", sentenció la soprano, que encarna por segunda vez este rol pero en esta ocasión se siente más capacitada para afrontarlo. "Vocalmente habrá una gran diferencia entre la primera vez que lo hice y ahora. Noto que mi voz está más consolidada, es más profunda, con menos dudas técnicas", comentó.

Adriana Lecouvreur, cuya complejidad hace que en algunos momentos haya 150 personas sobre el escenario y en la que participa incluso un ballet, tiene un reparto "de Champions League", en palabras de Arteta, que incluye a Teodor Ilincâi (Maurizio), Luis Cansino (Michonnet) y Ksenia Dudnikova (la Princesa de Bouillon). El montaje contará con la dirección musical de Pedro Halffter, que destaca la calidad de la composición de Cilea, "contemporáneo de Puccini, pero con su propia personalidad. En la orquesta [la ROSS] están impresionados con la belleza de la música". El estreno en el Maestranza de esta ópera es la oportunidad para que los espectadores también la descubran.