Lea, del mito a la ópera

El enigma de Lea | Ópera en DVD

Naxos publica en DVD ‘L’enigma di Lea’, ópera con música de Benet Casablancas y libreto de Rafael Argullol que se estrenó en el Teatro del Liceo de Barcelona el 9 de febrero de 2019

Un momento de la representación el Liceo de Barcelona.
Un momento de la representación el Liceo de Barcelona. / Gran Teatre Del Liceu

La ficha

L'ENIGMA DI LEA

Ópera en tres partes con música de Benet Casablancas (1956) y libreto de Rafael Argullol (1949).

Allison Cook, mezzosoprano (Lea); José Antonio López, barítono (Ram); Sara Blanch, soprano (Primera dama de la frontera); Anaïs Masllorens, mezzosoprano (Segunda dama); Marta Infante, mezzosoprano (Tercera dama); Sonia de Munck, soprano (Millebocche); Felipe Bou, bajo (Milleocchi); Xavier Sabata, contratenor (Dr. Schicksal); David Alegret, tenor (Michele); Antonio Lozano, tenor (Lorenzo); Juan Noval-Moro, tenor (Augusto).

Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatro del Liceo

Director musical: Josep Pons

Directora de escena: Carme Portaceli

Coreografía: Ferrán Carvajal

Escenografía: Paco Azorín

Vestuario: Antonio Belart

Iluminación: Ignasi Camprodón

Vídeo: Miquel Àngel Raió

Naxos (DVD / BR)

Enterrado mil veces, el género operístico está de vuelta. Pasada la ortodoxia dogmática de las vanguardias seriales y postseriales, la ópera se revitalizó en todo el mundo a finales del siglo pasado. Hoy nadie se espanta ya por el hecho de que se estrenen óperas con elementos puramente experimentales e incluso porque se sigan produciendo aquello que un tiempo se llamó antióperas, pero, a su lado, florecen obras que, sin renunciar a los lenguajes más característicos de la modernidad, conectan con el concepto más tradicional del género.

Naxos publica ahora en doble formato (DVD y Blu-Ray) L'enigma di Lea, el estreno como operista de Benet Casablancas (Sabadell, 1956), uno de los más sólidos e internacionales compositores españoles del momento. Premio Nacional de Música en 2013, la música de Casablancas se inserta sin estridencias en la tradición modernista, habiéndose movido del serialismo de sus inicios a una preocupación hedonista por el timbre y las texturas. Para su primer proyecto operístico, que tardó casi una década en materializarse hasta el estreno en el Liceo en febrero de 2019, Casablancas contactó con Rafael Argullol, escritor con amplia obra poética y narrativa, pero acaso más conocido y valorado por sus ensayos en torno al universo del arte.

Argullol escribió en español un libreto complejo que luego se tradujo al italiano y que se quiere profundo intelectual y culturalmente, pero que resulta huidizo para el espectador, que es alejado de la historia que se cuenta por sus pretensiones de conectar con el mito y con unos símbolos difíciles de seguir y de entender. Hay intelecto, pero falta emoción. La intención de los autores era conectar con el origen de la ópera a principios del siglo XVII buscando una interacción solidaria entre texto y música. La obra está llena de referencias culturales y operísticas: el texto está en italiano, el idioma más universal de la ópera; los tres actos con sus quinces escenas remiten indudablemente al Wozzeck de Berg, pero también esa intención de Casablancas de crear una estructura formal sólida, otorgando carácter propio a cada acto en lo que podríamos identificar con la secuencia Allegro-Scherzo-Adagio; el coro es sin duda el de la tragedia griega, con toques monteverdianos; las tres damas nos conducen sin dudarlo a La flauta mágica, cuyo mundo de misterios insondables también flotan sobre el ambiente; los tres tenores, que aparecen justo en la sección jocosa de la obra (el Scherzo) no necesitan mayor explicación...

Casablancas - L'  Enigma di Lea
Casablancas - L' Enigma di Lea

El principal problema argumental de la obra es que los personajes no terminan de quitarse nunca su disfraz de arquetipos y eso genera una barrera emocional que no es fácil de saltar por el espectador. Lea ha sido violada por un Dios, quien la somete a vigilancia extrema de dos personajes estrafalarios (Milbocas y Milojos) para que no desvele su secreto. En su deambular se encuentra con Ram, el sonámbulo, quien también ha sido castigado por espiar a una dama desnuda (que resultó ser la Muerte) a convertirse en pura razón, y que no sabe si vive despierto o en eterno sueño. Lea acabará en una especie de manicomio de nuestro tiempo, dirigido por el Destino, que tampoco, ni a través de la intermediación del arte (los tres tenores), logrará desvelar el enigma de la protagonista. Al final, Lea vuelve a encontrarse con Ram y le entrega su secreto para que el sonámbulo pueda otra vez sentir. Lieto fine.

Casablancas afirma haber invertido tres años de dedicación casi exclusiva a la obra, y lo cierto es que la partitura orquestal funciona admirablemente, creando una dramaturgia consistente, que se apoya en el uso de algunos leitmotivs vinculados a los personajes y en un tejido sinfónico de extraordinaria coherencia en el que las texturas y las atmósferas armónicas van cambiando con una gran riqueza de matices. La obra empieza con un solo de flauta y termina con la misma flauta, pero en su desarrollo aparecen otros solistas, muy singularmente el oboe ("La partitura orquestal es casi un gran concierto para flauta y oboe", afirma Josep Pons), generando un tapiz sonoro sobre el que las voces discurren en un estilo de canto enraizado en la tradición, que además se produce en las formas tradicionales: hay arias, arietas, dúos, tríos... El artista catalán ha logrado dar regularidad y variedad a su partitura en el que es posiblemente el más ambicioso y logrado trabajo de su carrera, para el que ha volcado todos los recursos de su paleta como compositor. ¿Influencias? Muy a lo lejos de esta ópera están Strauss y Szymanowski, y más cercanamente quizás Penderecki o Henze.

En la producción del estreno, que es la que trae al formato doméstico Naxos y que dirigió escénicamente Carme Portaceli ("es una ópera contra la uniformización") con escenografía minimalista de Paco Azorín y atractivo vestuario de Antonio Belart, el elenco estuvo dominado por un imponente José Antonio López como Ram. Lea es la mezzo británica Allison Cook y el Dr. Schicksal (Destino) el contratenor Xavier Sabata, que le dan buena réplica. Entre el resto de personajes muy destacables actuaciones de Sara Blanch, Marta Infante, Sonia de Munck, Felipe Bou o David Alegret.

Óperas españolas del siglo XXI

En España, los estrenos de grandes óperas son contados (el género es caro), pero la actividad en torno al teatro musical (camerístico cuando el presupuesto no da para más) es constante desde que empezó el siglo. En el año 2000, José Luis Turina había estrenado en el Liceo D.Q. Don Quijote en Barcelona. Desde entonces, y antes de El enigma de Lea, el coliseo barcelonés ha presentado algunas otras obras de interés como el Gaudí de Joan Guinjoan (2004) o La cabeza del Bautista de Enric Palomar (2009).

Pero ha sido sobre todo el Teatro Real de Madrid el que más ha impulsado el género. Desde la presentación de La señorita Cristina de Luis de Pablo en febrero de 2001 y hasta El abrecartas, estreno póstumo del mismo compositor en febrero pasado, por su escenario han pasado títulos que en su diversidad estilística muestran la vitalidad del género. Sin querer ser exhaustivos, algunos de los más sonados han sido: Don Quijote de Cristóbal Halffter (2003), Dulcinea (2006) y El público (2015) de Mauricio Sotelo, El viaje a Simorgh de José María Sánchez Verdú (2007), La página en blanco de Pilar Jurado (2011) o La ciudad de las mentiras de Elena Mendoza (2017).

Una práctica también habitual es la de concertar los estrenos en otras salas de la capital; así, Je suis narcissiste, la ópera bufa de Raquel García Tomás se estrenó en el Teatro Español en 2019 y Marie de Germán Alonso en el Teatro de la Abadía en 2021. La práctica se extiende por otras ciudades, y por eso este mismo año Manuel Busto presentó La mujer tigre, que contaba con producción del Maestranza, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.

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