Fallece a los 91 años Álvarez Ortega, el más francés de los poetas cordobeses

Vivió alejado de los círculos literarios y distante también del foco mediático. Un hombre "recogido, introspectivo, tímido, al que no le gustaban especialmente las relaciones sociales". Así era el poeta cordobés Manuel Álvarez Ortega, que murió en la madrugada de ayer en Madrid a los 91 años, con la misma discreción que mantuvo siempre, debido a complicaciones de los problemas de vejiga que acarreaba. "Ha muerto de forma muy relajada y tranquila, como él ha vivido", explicó ayer Juan Pastor, editor de Devenir, sello donde vieron la luz las últimas obras del cordobés.El funeral se celebrará hoy en el madrileño cementerio de la Almudena.

El poeta Pablo García Baena, coetáneo de Álvarez Ortega, destacó ayer "la categoría de su poesía, su vinculación con Córdoba", así como la "singularidad de la poesía y del trato" de un autor al que no dudó en calificar, "indudablemente", como "uno de los grandes poetas españoles". "Su conocimiento del francés, con las magníficas antologías que ha hecho y su conocimiento de la poesía alemana, destacando a Rilke, lo colocan en un lugar verdaderamente preeminente", añadió.

Álvarez Ortega nació en Córdoba en 1923. En 1948 aparece su primer libro, La huella de las cosas, y en 1949 publica el primer número de la revista Aglae, que editó junto a su hermano Rafael. Al año siguiente da a la imprenta su segundo poemario, Clamor de todo espacio, y más tarde llegaron obras como Hombre de otro tiempo y Exilio (con esta última resultó finalista del prestigioso Premio Adonais). En 1955 funda junto con García Nieto, López Anglada, Leopoldo de Luis y Ramón de Garciasol, entre otros, la colección Palabras y Tiempo, anexa a la editorial Taurus, de cuyo consejo asesor fue miembro el poeta.

En 1961 se trasladó a París gracias a una beca de la Fundacion March para terminar un estudio y antología de poesía francesa contemporánea, de la que se sintió muy afín, especialmente en los casos de las corrientes simbolistas y del surrealismo. Ya de regreso en España, colaboró en el programa de Televisión Española El alma se serena, dirigido por el poeta José García Nieto, aunque luego volvió de nuevo a la capital francesa.

Otro poeta cordobés, Manuel Gahete, consideró al también autor de Tiempo en el Sur, Invención de la muerte, Despedida en el tiempo u Oscura marea como "una de las cumbres más altas de la poesía española del siglo XX". En sus versos, dijo, "se funde lo mejor de la tradición francesa, simbolista y surrealista, y la influencia de tradiciones como la inglesa y la alemana".