"Quiero organizar el festival que se merece Sevilla"
Francisco Bernier | Director del Festival de la Guitarra de Sevilla
Un concierto de la japonesa Nene Yokomura en la Casa de los Pinelo abre mañana, martes 3 de octubre, la XIV edición del Festival de la Guitarra de Sevilla
Sevilla será centro mundial de la guitarra en su XIV Festival, que rinde homenaje a Lorca
Guitarrista de amplísima trayectoria internacional y profesor en el Superior hispalense, Francisco Bernier (Sevilla, 1975) fundó en 2010 y dirige artísticamente desde entonces el Festival de la Guitarra de Sevilla.
–¿Cuáles son las principales novedades de este año?
–Dedicamos el festival a Federico García Lorca en el 125 aniversario de su nacimiento. Su relación con la guitarra fue cercana. Fue guitarrista autodidacta. Su relación con Falla y el concurso de Cante Jondo… Sus mismos poemas… Coincidimos en Córdoba con David del Puerto, Premio Nacional de Música de composición, que es guitarrista también. Él vino a escuchar el concierto que dimos el Cuarteto de Guitarras de Andalucía junto a Cañizares, y hablando después de nuestro proyecto lorquiano se comprometió a escribirnos una obra. Esa obra se titula Cuerdas del viento, parte del Poema del Cante Jondo y está escrita para cuarteto de guitarras (el nuestro) y soprano, que será Auxiliadora Toledano, una cordobesa que vive en Madrid. Es una obra muy compleja de casi una hora de duración, en diecinueve movimientos, pero que se tocan seguidos, sin pausas. Con su estreno inauguramos oficialmente este Festival el próximo 11 de octubre. Creo que va a ser un evento muy importante. David dará una charla antes del concierto sobre su obra, que además tenemos pensado grabar.
–¿La presentarán en algún otro sitio?
–Estamos en conversaciones con el Festival de Guitarra de Córdoba y con el Festival de Granada. Quizás haya alguna opción en la Fundación Juan March o en el Instituto Cervantes de Viena. David del Puerto es una gran personalidad de la música española de hoy y esta obra debería tener recorrido.
–Tienen en cualquier caso actividades antes de ese programa inaugural…
–Sí, hacemos un concierto de presentación el día 3 en la Casa de los Pinelo. Lo dará Nene Yokomura, que es una chica muy talentosa que estudia aquí en Sevilla.
–Estuvieron ya en los Pinelo hace unos años. ¿Qué hay del resto de espacios?
–Sí, en los Pinelo estuvimos en 2019. Este año volvemos a la Capilla Gótica del Alcázar. Recuperamos el Cicus, donde hacía tiempo que no íbamos: allí se presentará una obra de José María Sánchez Verdú, que dará una charla previa. Su obra, que se titula Ochra, la tocará Giuseppe Menutti, un chico que pasó por el Conservatorio de Sevilla y que está haciendo una carrera fantástica en el ámbito de la música contemporánea. Volvemos al Antiqvarium, donde ya estuvimos el año pasado, y al Espacio Santa Clara, donde hemos estado también otras veces. El centro del festival sigue siendo el Espacio Turina.
–Siguen con la fórmula de programas dobles, pero este año juntan siempre un guitarrista clásico con uno flamenco, ¿son conscientes de que en Sevilla el público de la Clásica y el del Flamenco se cruzan poco?
–Sí, pero el festival está dedicado a Lorca, y él supuso un puente de unión entre las tradiciones clásica y jonda, y por eso nos pareció bonita esta apuesta. Actualmente además hay muchísimos guitarristas que pasan continuamente la línea entre un mundo y otro, que tienen muchos puntos en común. Ofrecemos por ejemplo en el Alcázar un espectáculo en el que actúan juntos Miguel Ángel Cortés y José María Gallardo del Rey presentando un disco que han hecho juntos, una perspectiva flamenca de la música de Albéniz. Qué mejor ejemplo. Lo que dice del público puede ser cierto. Conocemos los riesgos, pero nos pareció interesante. Quién sabe si así podemos conseguir que algunos aficionados flamencos se interesen por la clásica y viceversa. Teníamos que intentarlo.
–¿Qué guitarristas nuevos vienen este año?
–Tenemos algunos guitarristas flamencos que tocan por primera vez en el festival: Alejandro Hurtado, Paco Fernández, que tocará acompañado por la violinista Gloria Wasmer, o Pedro María Peña, que dará un concierto con el cante de Luis el Zambo. Daniel Casares y Dani de Morón hace tiempo que no venían, sobre todo el segundo de ellos. Entre los clásicos es completamente nuevo Franz Halasz, y luego los chicos del Off Festival, que son los jóvenes de talento que tenemos en el Conservatorio.
–¿De dónde salen los recursos para la organización del Festival?
–De donde siempre, aunque este año con un poco más de drama. En primer lugar, debo agradecer a los artistas participantes su buena voluntad para acercarse hasta Sevilla, porque vienen por cachés que no están en el mercado. Este año se nos ha caído la ayuda de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Me parece algo sorprendente, porque el Canela Party de Torremolinos ha recibido 60 mil euros. Yo respeto mucho todas las iniciativas, pero se trata de un evento que no sé si lleva dos o tres ediciones, que es un macrofestival de tres días, con 900 mil euros de presupuesto, y sinceramente no sé si el dinero público tiene que ir a soportar algo que podría vivir del mercado. Esos 60 mil euros han hecho que nosotros y algún otro festival nos quedemos sin ayuda de la Junta. Así que nuestro soporte fundamental es el ICAS. Después tenemos pequeñas ayudas y colaboraciones, que nos ofrecen las Cuerdas Savarez, los hoteles ABBA o la Sociedad de Artistas Intérpretes y Ejecutantes. Pensábamos que la Fundación SGAE podría estar interesada este año, por la presencia de estrenos de David del Puerto y Sánchez Verdú, pero tampoco han querido o podido estar.
–¿Y quién avala todo esto?
–En buena parte, yo.
–En ese caso, ¿no es su proyecto demasiado ambicioso?
–Me parece que la tradición de la ciudad con la guitarra, su idiosincrasia, pide algo así, algo importante. Yo quiero organizar el festival que se merece Sevilla. Y creo que las instituciones públicas deberían estar detrás apoyándonos, o al menos que su planteamiento sea claro al respecto, para saber a qué atenernos, porque la acumulación de sinsabores año tras otro también cansa. Lo lamento mucho, porque son ya catorce ediciones. De cualquier forma, también le digo que esto se me pasa en el momento en que empieza a sonar la música, y yo estoy dispuesto a seguir luchando para sacar adelante más ediciones del festival.
–Cuando me siente con usted el año próximo para comentar la edición de 2024, ¿qué le gustaría decirme?
–Que 2023 se quedó pequeño.
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