Frenesí y dulzura del baile de hoy
Crítica de Flamenco
TOUCHÉ
Baile y coreografía: Patricia Guerrero. Violín: Bruno Axel. Cante: José Ángel Carmona. Guitarra: Miguel Iglesias. Percusión: Agustín Diassera. Lugar: Teatro Central. Fecha: Martes 10 de mayo. Aforo: Media entrada.
Patricia Guerrero es una bailaora frenética. Y también es una intérprete dulce, intimista. Se trata de un espectáculo muy percusivo, contemporáneo. Y vemos, asimismo, el lirismo de las bailaoras antiguas y también de otras formas de danza. Percusiva y visual a partes iguales. El dominio técnico es absoluto y también el de la escena. Un baile vertical pero que domina cada centímetro de las tablas. Con sorpresas muy brillantes y, sin embargo, con un lenguaje que resulta familiar a todos los aficionados.
Se trata de platos de muy diferente sabor, aunque no contradictorios, que se ofrecen sin mezcla posible. Los tangos que cierran la obra, por ejemplo, tienen una síncopa muy simpática, marroquí, y sin embargo son danza flamenca contemporánea en la que la cadera no tiene apenas qué decir, a diferencia de la danza sexual que eran los tangos en el pasado. Las bulerías son también virtuosas y la luz y la energía las dotan de una tensión muy contemporánea, uno de los números más brillantes de la noche. También la Chacona de Bach resultó emotiva con una bata de cola que nos habla de tú, que se aleja de la altivez tradicional de esta prenda flamenca.
Patricia Guerrero lo da todo en esta obra. Una coreografía densa, muy técnica, que no obstante deja los huecos necesarios para mostrar el alma de la intérprete. Guerrero es una bailaora actual, que incorpora todo el bagaje del flamenco actual, y que sin embargo exhala aroma a baile flamenco clásico. Derrocha la frescura y el aire naif que nos deslumbró cuando la vimos por vez primera pero es una bailaora completa y consciente, de hoy.
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