"Quiero dirigir 'Pelléas et Mélisande' en la temporada operística de Sevilla"

John Axelrod | director artístico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla

El maestro estadounidense prepara la gira por Alemania de la formación y espera reunirse en los próximos días con el nuevo director general del Maestranza para abordar los proyectos conjuntos

John Axelrod (Texas, 1966) en el Lope de Vega, donde dirigió 'Amadeus'.
John Axelrod (Texas, 1966) en el Lope de Vega, donde dirigió 'Amadeus'. / Juan Carlos Vázquez
Charo Ramos

10 de febrero 2019 - 06:01

Sevilla/Tras acercar la música a nuevos públicos con su proyecto de corte escénico Amadeus, John Axelrod espera estos días la llegada del nuevo director general del Maestranza, Javier Menéndez, para afinar los acuerdos que regularán las relaciones del teatro con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), de la que él ya es sólo director artístico tras un año como consejero delegado de la misma. La Sinfónica se encuentra en un gran momento artístico y la temporada de abono, que inauguró tocando por primera vez la sinfonía Kaddish de Leonard Bernstein, está siendo una sucesión de páginas musicales memorables: Rachmáninov, Chaikovski, Strauss... Ese notable momento artístico es la gran baza que tiene Axelrod para amarrar su futuro en Sevilla, toda vez que su contrato con la ROSS concluye a finales de este año.

-¿Cómo se llega al brillante momento artístico que evidencia la ROSS en esta temporada?

-El ciclo La palabra escrita nos está permitiendo ofrecer programas muy interesantes para el público y esto se produce tras el Año Bernstein, en el que más allá de convertirnos en el epicentro europeo del Centenario pudimos tocar su música, lo que permitió a la ROSS crecer artísticamente y superar retos complejos. El ampliar su repertorio con Bernstein sirvió a nuestros músicos para afrontar aspectos estilísticos y técnicos, juntos y en solitario, que no pueden perfeccionar con el repertorio europeo habitual. Más allá hay que sumar los ciclos especiales y programas complejos como los de Strauss... Se llega a esta calidad porque se ha ampliado mucho el repertorio, no sólo en la temporada de abono sino también en los ciclos paralelos de Brahms, Beethoven, en la sala Turina con la música de cámara... Si una orquesta se limita a tocar siempre lo mismo no puede crecer. La intensidad no es una cuestión de volumen, es algo más complejo, y lo vimos cuando tocamos Shostakovich. Es cierto que la música rusa se ajusta muy bien a esta plantilla por los orígenes de muchos de sus miembros fundacionales pero ahora se trata de que el público aprecie también los talentos individuales que consiguen ese sonido tan flexible de la ROSS. El sonido, la sustancia, es lo que define a una orquesta y no era imaginable que se lograra tanto en tan poco tiempo. Una orquesta es un laboratorio sonoro, estamos siempre investigando y estudiando para avanzar, y el apostar por los solistas de la ROSS en lugar de por figuras internacionales que no podíamos pagar en el contexto de la crisis ha resultado beneficioso.

-¿Qué puede avanzar de la gira que emprenderá la Sinfónica de Sevilla por Alemania en marzo? ¿Cómo va la venta de entradas?

-Es un proyecto muy excitante. Entiendo que haya gente decepcionada por el hecho de que vayamos a Alemania a tocar un repertorio predecible, como el Concierto de Aranjuez, y también pasajes de La arlesiana de Bizet, que es francés. Pero eso expresa la calidad internacional de la ROSS porque vamos a uno de los mercados musicales más fuertes y ya hemos agotado las localidades en la nueva Filarmónica del Elba, en Hamburgo, que es uno de los auditorios más relevantes del mundo en este momento. Celebraremos en Alemania el cumpleaños de Pepe Romero y la propia esencia de Sevilla. Me comprometí a devolver a la ROSS a los escenarios internacionales y en eso estamos. Habrá un concierto de presentación de esta gira el 6 de marzo en el Cartuja Center, titulado La ROSS y Pepe Romero, y tendremos otras ocasiones para que la Sinfónica comunique su perfil de embajadora cultural de primera magnitud así como momentos para que el éxito de esa gira repercuta en Sevilla. Queremos que el público alemán vea lo bien que toca la ROSS y se anime a venir a esta tierra pero, sobre todo, que resuene desde Alemania al resto del mundo nuestra calidad.

"Hemos agotado ya las entradas para nuestra actuación en la nueva Filarmónica de Hamburgo"

-¿Por qué es tan importante para la ROSS esta gira?

-Aunque España no ofrece desgravaciones fiscales a los patrocinadores, como ocurre en Estados Unidos, los presupuestos que maneja una orquesta como la nuestra son muy pequeños comparados con las grandes formaciones de Alemania o Estados Unidos. La gira nos visibiliza como orquesta de primera fila internacional. Nos presenta con esa dimensión a la que nunca podremos acceder por nuestra falta de músculo económico y presupuestario.

-La ROSS no ha tocado en ninguno de los principales escaparates recientes de la ciudad, como los Goya o los Premios del Cine Europeo. ¿No hubo ocasión de mostrar ahí su calidad en la interpretación de música de cine?

-Es una vergüenza que no estemos en esos eventos y, a la vez, es sintomático de los obstáculos que aún tenemos que superar en términos de comunicación e imagen para que la ROSS se sienta como una aliada de las organizaciones que operan en Sevilla en lugar de como una entidad separada de ellas.

-¿Qué opina del nuevo director general del Teatro de la Maestranza, Javier Menéndez?

-Le conozco y es un hombre encantador. Pero tenemos que tener cuidado de no poner parches en la herida, es mejor intentar que se cure del todo aunque para ello sangre. Me refiero a los obstáculos históricos que la ROSS afronta en sus relaciones con el Maestranza. Di mi corazón por el bienestar de la ROSS como consejero delegado, creía que podríamos superar problemas endémicos, pero no fue posible. La gente tendría que conocer qué obstáculos hay antes de asumir la gerencia de una institución como ésta. Javier Menéndez encontrará los mismos problemas que tuvieron sus antecesores, Antonio Garde y Remedios Navarro. Se necesita un apoyo fuerte para hacer frente a los problemas presupuestarios, de personal y de administración, con los contratos... Hay que aclarar si el teatro y la ROSS son entidades completamente separadas o unidas. Mi compromiso es hacer música de la máxima calidad y lo lograremos pero me siguen preocupando las condiciones de los ensayos, el tener salas disponibles y muchos otros aspectos que dependen de la organización con el Maestranza. Espero que la nueva dirección y el consejo de administración tengan eso en mente, no por nuestro beneficio sino por el del público, que espera lo mejor de sus impuestos.

-¿Piensa quedarse en Sevilla? ¿No le tientan suficientemente las ofertas del extranjero?

-Todos saben que estoy completamente comprometido con la calidad de la orquesta y con la ciudad donde ha nacido mi hijo Max. Quiero contribuir a la vida musical de Sevilla y he dedicado un gran trabajo a las orquestas juveniles. Soy el único maestro que ha sido consejero delegado y director artístico de la ROSS y que, asumiendo ambos cargos, ha logrado patrocinios de fuera de España para actividades que promueven la cultura en sectores desfavorecidos de la sociedad. Lo vimos en el ensayo abierto de nuestro Concierto de Año Nuevo, con 600 personas invitadas. La música cambia la vida de la gente. Mejora la vida de los que no son privilegiados.

-Es notorio que su relación con los músicos de la orquesta no es tan dulce como lo fue a su llegada. ¿Le afecta?

-Me he implicado en términos que nunca hubiera imaginado ni previsto con esta orquesta. Cuando sufres pero sabes que haces lo correcto, que es mantener la calidad de la orquesta en lo más alto, no importan los sacrificios personales o profesionales. Estoy plenamente comprometido con la ROSS. Si alguien lo duda, le invito a ver la calidad que hemos logrado. Intento no meterme en los juegos políticos, no creo que sea sano ni útil. Tenemos un trabajo que hacer y debemos hacerlo bien. Y mientras lo hagamos, el futuro de la ROSS está garantizado. No me preocupa que haya voces en contra mía, siempre habrá gente en una organización que quiera sacar ventaja de un problema. Pero yo soy músico y mi compromiso es con la música. Me preocupa que nuestros nuevos dirigentes políticos tengan los mismos valores que yo, que quieran lo mejor para Sevilla, su educación musical y sus públicos. Sé que nuestros patronos reconocen el potencial de la ROSS y espero que quienes se sumen al consejo por parte del PP, Ciudadanos, Vox o cualquier otro partido lo vean también así. Que lo más importante, al final, es la calidad de la música que se propone desde el escenario.

-A muchos de los miembros fundadores de la ROSS les está llegando la edad de la jubilación. ¿Afectará esta situación al sonido que la caracteriza?

-No. El solo de viola se jubila, por ejemplo, pero tenemos audiciones para mantener la gran calidad de la ROSS. Y creo que aún podremos mejorar esa excelencia si seleccionamos bien. Aún no tenemos concertinos fijos, pese a lo excelentes que son los invitados, Pavaci y Crambes, que contribuyen a la calidad de la ROSS y a su estabilidad. Los aumentos deben estudiarse mucho. La Filarmónica de Berlín no elegía a nadie que no representara su calidad. Pero déjeme decir que nuestros músicos deben trabajar con las condiciones administrativas y de estabilidad que reflejen esa calidad. Es esencial que si somos una orquesta de cinco estrellas tengamos una situación laboral estable que lo favorezca y proteja.

Axelrod y la ROSS en el estreno de 'Amadeus' en el Lope de Vega.
Axelrod y la ROSS en el estreno de 'Amadeus' en el Lope de Vega. / Juan Carlos Muñoz

-El concurso para elegir gerente de la ROSS ha sido infructuoso, en parte por los sueldos tan bajos que se ofrecían a los candidatos. ¿Participó usted en el proceso de selección?

-Es curioso, pese a que fui consejero delegado me han dejado por completo al margen del proceso, lo que no deja de ser extraño. Sólo se presentó un candidato y la plaza quedó desierta. Estará en las manos del próximo gerente el defender que haya una mayor inversión para la ROSS, para que, ya que sonamos como las orquestas de Barcelona, tengamos una estabilidad financiera similar. Estamos muy lejos de sus presupuestos, no digamos de los de las estadounidenses. Es una lástima que se haya cortado el programa de ROSS TV, tenemos un gran potencial y podemos desarrollar audiencias pero esos programas no van a continuar. Y también necesitamos abrir la ROSS a otros niveles. Me ha sorprendido la calidad de las jóvenes orquestas andaluzas, la salud de los conjuntos juveniles, como los de la OJA, la Barenboim-Said y los conservatorios... No es extraño que haya tantos músicos jóvenes españoles nutriendo las principales orquestas extranjeras.

-¿Seguirá aquí en 2020?

-Mi contrato acaba en diciembre de este año. Mi esposa y yo amamos esta ciudad. Mi relación con la ROSS no tiene por qué concluir si se dan las condiciones para hacer música de esta calidad pero si las disfunciones continúan y los problemas persisten, para qué voy a seguir... Todo el mundo debería conocer el éxito de esta orquesta y su enorme potencial pero no es así todavía.

-¿Qué retos se plantea a corto plazo?

-Quiero grabar un disco, hay cosas muy excitantes para entrar en el estudio, como nuestra particular lectura de la obra de Wagner. También sería un hito la Octava de Mahler por primera vez por la ROSS y miro con gran interés el Año Magallanes.

"Halffter hizo cosas grandes en esta ciudad y todos, desde los músicos al público, debemos estarle agradecidos"

-¿Se ha despedido personalmente del maestro Pedro Halffter, cuya etapa al frente del teatro ha concluido? ¿Le echará de menos?

-Claro que le echaré de menos. Halffter hizo cosas grandes en Sevilla y todos, desde los músicos al público, tendrían que estar agradecidos por su trabajo. En su caso concreto, las demandas cambiaron tras una década al frente del teatro y la ROSS. Creo que Halffter excedió un poco el tiempo que debía haber estado pero no tengo crítica alguna que hacerle, dejo eso para los otros. Yo sólo puedo decirle “gracias, maestro”.

-¿Cuándo sería oportuno que se fuera usted de Sevilla?

-Cuando cumpla mis objetivos, no quiero estar más tiempo del prudente. Pero me gustaría encargar nuevas obras a compositores, ampliar los patrocinios... Y, por supuesto, quiero dirigir una ópera. Hasta ahora no he tenido ocasión de dirigir óperas en la temporada del Teatro de la Maestranza, algo que llevo años haciendo con éxito en el extranjero, en Lucerna, en la Scala de Milán... En Sevilla sí he podido dirigir a la ROSS en programas líricos que incluían grandes voces. Espero que Javier Menéndez me dé la oportunidad de dirigir funciones en la temporada de ópera del Maestranza. Estaría muy feliz de contribuir así a la vida cultural de Sevilla e incluso aspiro a montar una producción, eligiendo las voces...

-¿Qué títulos querría dirigir?

-Me gustan muchas óperas, y las ambientadas en Sevilla serían la opción más lógica para montar una producción propia. Carmen, Don Giovanni, El barbero de Sevilla que es maravillosa... son parte del repertorio básico. La Traviata de Verdi, que se estrenó en el teatro La Fenice, se representa en Venecia varias veces cada año. Eso sanea las cuentas porque esas funciones siempre llenan y aquí debería ocurrir igual. Pero a la vez que necesitas fidelizar público con calidad debes atraerlo hacia nuevos títulos. Mi ópera favorita es Tristán e Isolda de Wagner pero adoro Pelléas et Mélisande de Debussy, cuya versión con escena querría estrenar en Sevilla, Eugene Onegin, Falstaff... Son tantas.

-Aproveche, antes de despedirnos, para plantearle una pregunta al nuevo director general del Maestranza.

-Permítame hacerle tres. La primera pregunta es: '¿cuándo cenamos juntos?’. La segunda, '¿qué título de ópera quieres que dirija?’. Y la tercera, '¿qué vas a hacer para que la ROSS se sienta más integrada y en casa en el Teatro de la Maestranza?’.

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