Julia Navarro | Escritora

"El último misterio que hay en la tierra es el hombre"

  • La autora acaba de publicar 'Tú no matarás', una novela sobre "el peso de la conciencia", la lealtad y la amistad ambientada en la posguerra española

La escritora Julia Navarro (Madrid, 1953).

La escritora Julia Navarro (Madrid, 1953). / Juan Manuel Fernández

Julia Navarro (Madrid, 1953) presenta estos días su última novela, Tú no matarás (Plaza & Janés), en la que el hijo de un republicano represaliado decide huir de la España de la posguerra junto a dos amigos. La culpa, la venganza, la conciencia, la amistad, la lealtad y los secretos son algunos de los elementos sobre los que gira esta nueva historia de una autora acostumbrada desde hace años a vivir en la cima de las listas de ventas en España.

–En Tú no matarás narra una historia de huida por la supervivencia en tiempos de la posguerra. ¿Por qué se ha centrado en este tema y este periodo histórico?

–Yo no escribo novela histórica, sino novelas de personajes. Lo que me interesa es indagar sobre la naturaleza del ser humano. Creo que el último misterio que hay en la tierra es el hombre. En todas mis novelas lo que trato es de viajar a lo más recóndito del ser humano. Esta novela trata sobre el peso de la conciencia. No es que haya elegido una época; la historia viene como viene. Es decir, tú vas imaginando qué quieres contar y a partir de ahí empieza a venir todo lo demás: los personajes, el momento...

–¿Es en periodos de crisis como la posguerra cuando quizás se vea mejor la parte más noble y a la vez la más vil del hombre?

–Eso desgraciadamente se ve todos los días, no hace falta ir a momentos extraordinarios para ver cuál es la verdadera naturaleza del ser humano. Todos los días vemos que hay gente extraordinaria y gente que lo es mucho menos que nosotros mismos, que estamos llenos de claroscuros.

–¿Cómo definiría la relación entre el protagonista, Fernando, y el padre de éste, un republicano represaliado?

–Esa relación entre padre e hijo es la que va a marcar toda la historia. Esa frase que le dice a su hijo en los primeros días de la Guerra Civil porque no quiere que su hijo, que es muy joven, vaya al frente, es el hilo conductor de la novela: "Tú no matarás porque ningún hombre puede volver a ser el mismo si le quita la vida a otro". Esas palabras van a pesar sobre la conciencia de su hijo hasta el final. Es una historia de la búsqueda de un lugar mejor, de huida, de desesperanza. En definitiva, es una historia sobre el peso de la conciencia.

–Ha elegido para el protagonista un oficio complicado, el de editor, para la época en la que le ha tocado vivir.

–El problema viene porque pertenecía a una familia republicana. En esa época las posibilidades sociales y laborales de todo aquel que estaba en el bando perdedor eran mínimas. Es decir, el franquismo lo sufrió todo el mundo. Los años 40 fueron años de represión, de fusilamientos, años absolutamente trágicos en lo que se continuó el horror y la tragedia de la Guerra Civil. Fernando es una persona que quiere ser como su padre, lo admira sobre todas las cosas.

–¿Qué lazos tiene con los dos amigos que lo acompañan en su huida?

–Ésta es una historia en la que la lealtad y la amistad están muy presentes. Esa es otra de las características de Tú no matarás. Son tres personas muy diferentes, pero la aceptación del otro tal y como es la base de esa amistad. Ninguno intenta que el amigo cambie.

–Estos tres amigos pasan por la Alejandría de la Segunda Guerra Mundial y por el París ocupado. Al final regresan a otras zonas de conflicto...

–Era el panorama que había en Europa en esos años. El continente estaba asolado por la Segunda Guerra Mundial y no había manera de escapar. Alejandría en ese momento era un pequeño foco donde la gente se refugiaba y también había otros lugares. La existencia de los europeos en los años 40 y 50 estaba teñida por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial.

–¿Han influido tanto sus conocimientos periodísticos como sus recuerdos familiares a la hora de plantear este escenario de posguerra?

–Insisto, yo escribo sobre personajes, no novelas de historia. El escenario no es un escenario periodístico, ni tiene nada que ver con el periodismo. Esos conocimientos no tienen ninguna relación. Otra cosa es si en mi manera de escribir hay una influencia del ejercicio de tantísimos años en el periodismo. Y esto sin duda, porque la periodista que fui se refleja en todo lo que hago y lo que escribo. Todos tenemos conocimientos de la historia y la historia es la que es. Y en absoluto hay recuerdo familiar. A mis abuelos, por una cuestión cronológica, les tocó vivir la guerra y la posguerra, pero yo no estoy contando en esta novela la historia de mi familia ni de mis abuelos. Estoy contando una historia que tiene un objetivo muy concreto, que es hablar sobre la naturaleza humana, sobre el peso de la conciencia.

–Hasta la fecha, cada uno de sus libros ha logrado enganchar a millones de personas a pesar de que a algunos lectores les pueda asustar el número de páginas que tienen. ¿Cómo lo hace?

–Hasta ahora he tenido la suerte de que los lectores me han acompañado leyendo mis novelas. Pero esto no significa que tenga garantizado que vaya a ser así siempre. Para mí cada novela es una aventura nueva, en cada novela me la juego, parto de cero, de manera que no doy nada por hecho. Y desde luego no hay fórmulas mágicas para que los libros se lean.

–¿Cómo va la adaptación de Dime quién soy al formato de serie de televisión?

–Los actores y el director ya están contratados. Me falta por leer los últimos guiones. A finales de mayo se empezará a rodar.

–¿Qué supone para un autor que su libro trascienda el papel y llegue a la pantalla?

–Es una sensación agridulce. Me he peleado mucho con los guionistas, para mí no ha sido un proceso fácil. Es muy complicado traspasar al lenguaje televisivo el lenguaje literario porque supone cambios.

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