"La prioridad de la Junta de Andalucía para el Museo de Bellas Artes de Sevilla es su ampliación, no la creación de un Patronato; cuando se amplíe al Palacio de Monsalves se estudiará luego el modelo de gestión". Así de tajante se manifiesta la Consejería de Cultura en relación a la información emitida ayer por la Cadena Ser en la que se daba por hecho la existencia de "buena voluntad" por parte del Ministerio de Cultura y del departamento de Luciano Alonso para la creación de un órgano de gobierno para la pinacoteca hispalense similar al que gestiona la colección del Museo del Prado. Diario de Sevilla contactó, asimismo, con el Ministerio de Cultura para corroborar esta información, que no fue validada por la dirección de comunicación. 

Ambas instituciones -el Ministerio, como titular del Museo de Bellas Artes de Sevilla, y la Junta de Andalucía como gestora de la colección- desmintieron pues una noticia que, de plantearse como un Patronato con dotación económica y, sobre todo, con la implicación de alguna entidad privada como ocurre con la BBK en el caso del Patronato del Bellas Artes de Bilbao, hubiera supuesto un motivo de esperanza para una pinacoteca maltratada injustamente en sus partidas presupuestarias. Cabe recordar que para el próximo año el Estado no destina ni un euro a la segunda pinacoteca de España, cuando, al menos, en años anteriores comprometía medio millón de euros de sus fondos. Por su parte, mientras la Junta asigna al Museo Picasso de Málaga 6,7 millones de euros, su compromiso para la colección hispalense se cifra únicamente en 60.000 euros para, precisan fuentes de este departamento, "el proyecto arquitectónico de la ampliación", una obra que, con la crisis, está aplazada sine díe. 

Con todo, la -descartada por ahora- creación del Patronato fue celebrada ayer rápidamente por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. En declaraciones a la prensa, Mar Sánchez Estrella subrayó que el equipo de Zoido "siempre ha mostrado interés" en la creación de "la fórmula ideal que saque al Museo del letargo en el que se encuentra", y añadió: "si se camina por esa senda, entendemos que ese viaje tendrá un final feliz; y nos gustaría participar". 

Cuando lejos queda el Patronato, lo que avanza desde la llegada de Luciano Alonso al Palacio de Altamira, "a pesar de lo laborioso que es el proceso, en cuanto a los requisitos jurídicos y administrativos exigidos", cuentan desde la Junta, es "la elevación de la colección al ámbito autonómico", como adelantó en una entrevista concedida a Grupo Joly el pasado julio. Es decir, la pinacoteca sevillana pasará a depender directamente de la Dirección General de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas de la Consejería de Cultura, que dirige Elia Maldonado, y no de la Delegación Provincial, que en el caso de Sevilla, está en manos de Francisco Díaz Morillo y concentra las áreas de Educación, Cultura y Deporte. 

Este paso adelante en el rango administrativo de la Consejería equipararía el estatus del museo al de, por ejemplo, el conjunto Arqueológico de Medina Azahara en Córdoba, una situación que supondría un avance respecto a las servidumbres provinciales a las que hoy debe hacer frente la pinacoteca que dirige Valme Muñoz pero muy lejos, aún, del modelo de gestión independiente como entidad instrumental que disfruta el Patronato de la Alhambra, el CAAC o el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.