El debutante venezolano Lorenzo Vigas se alzó con su película Desde allá con el León de Oro de la 72ª edición del Festival de Cine de Venecia, el primero que levanta una producción latinoamericana en el certamen italiano. Además, el argentino Pablo Trapero se alzó con el premio al mejor director por El clan. De entre los 21 títulos a concurso, dos eran latinoamericanos y ambos se marchan con premio a casa.

Vigas, que debutó en este largo de ficción arropado por el guionista mexicano Guillermo Arriaga, quien le ayudó en la construcción de la historia, ofrece un impactante retrato de la Venezuela actual a través de la historia de un hombre solitario (interpretado por el chileno Alfredo Castro), que establece una extraña amistad con un joven de la calle (Luis Silva) en una bulliciosa Caracas. Desde allá, la primera película venezolana que se presenta a competición en las más de siete décadas del festival de cine más veterano, aborda las relaciones paterno-filiales y la homosexualidad, aunque el realizador quiso sobre todo destacar que trataba las carencias emocionales en un país como el suyo, donde considera que el padre es una figura ausente. Vigas quiso dedicar también el premio a su país: "Sé que tenemos algunos problemas, pero vamos a hablar y lo superaremos", y también se lo dedicó a su padre, el artista plástico Oswaldo Vigas. Cerró su intervención tras alzar el galardón con un: "¡Arriba Venezuela!".

El buen rumbo del cine latinoamericano quedó patente además con el galardón al argentino Pablo Trapero, quien se alzó como mejor director de la Mostra con El clan, la historia real de una familia de delincuentes que durante la dictadura argentina y los primeros años de la democracia se dedicó a extorsionar y secuestrar a empresarios por dinero. Trapero aseguró que esta película, que ha sido todo un éxito de taquilla en Argentina, ha superado sus expectativas, que ahora además se agranda con este galardón en Venecia, donde se estrenó su primera película, Mundo grúa, hace 16 años.

Al referirse al León de Oro a Vigas, el director mexicano Alfonso Cuarón, presidente del jurado, admitió en conferencia de prensa que "no hubo una absoluta unanimidad" a la hora de conceder ese premio, pero que la decisión fue consensuada como todas las del palmarés. Insistió asimismo en que como presidente del jurado no tenía más poder que el resto de sus compañeros de tarea y destacó que es la primera vez que una película latinoamericana recibe el León de Oro.

Ambos premios, aunque sorprendieron a la crítica sobre todo por el León de Oro a un debutante, fueron acogidos con un aplauso, al igual que el Gran Premio del Jurado para Anomalisa, la primera película de animación que firma Charlie Kaufman junto a Duke Johnson. Realizada con la técnica stop motion, Anomalisa se centra en un exitoso empresario de la autoayuda incapaz de establecer conexión con los demás. Kaufman (Cómo ser John Malkovich) recurrió al crowdfunding para evitar injerencias en este particular proyecto.

Además, el premio para la mejor actuación femenina, la Copa Volpi, recayó en la italiana Valeria Golino por su papel de madre atrapada en un matrimonio que la sofoca en Per amor vostro, de Giuseppe Gaudino. Golino se lleva así su segunda Copa Volpi, un premio que alzó en 1986 por Storia d'amore. Por su parte, el francés Fabrice Luchini se hizo con la Copa Volpi al mejor actor de la Mostra por su interpretación de un juez solitario en L'hermine, de Christian Vincent. La cinta se alzó asimismo con el galardón al mejor guión. En la sección Orizzonti, la segunda en importancia en el certamen, el galardón principal fue para Jake Mahaffy por Free in Deed, mientras que el brasileño Gabriel Mascaro se llevó el premio especial del jurado, presidido por Jonathan Demme, por Boi Neon.

Venecia concluye así una edición en la que, de entre las estrellas que pasaron por la alformbra roja, la que más enloqueció a los fans fue Johnny Depp, quien estrenó fuera de competición Black Mass, un thriller sobre la mafia irlandesa en Boston que gustó a la crítica. También causó furor la presencia de Kirsten Stewart, que no consiguió convencer a la crítica con el romance futurista Equals, de Drake Doremus, que aspiraba al León de Oro. Durante esta edición, el director francés Bertrand Tavernier fue honrado con el León de Oro por su trayectoria, pero también se reconoció la contribución al cine del director estadounidense Brian de Palma (Los intocables) y los 50 años del mexicano Arturo Ripstein, quien estrenó fuera de concurso su nuevo trabajo La calle de la Amargura.