El Maestranza sigue apostando por la magia con 'La bella durmiente'

Las Navidades ya han acabado, pero el Maestranza se resiste a decir adiós a la magia. La semana próxima, el teatro del Paseo de Colón continuará apostando por la fantasía con la interpretación de uno de los clásicos más populares de la danza, La bella durmiente. Una de las formaciones más prestigiosas de Europa, el Ballet de la Ópera de Múnich, revive desde el martes hasta el sábado (del 11 al 15) esta obra, una de las afortunadas alianzas que se dieron entre el músico Piotr Ilich Tchaikovsky y el coreógrafo Marius Petipa. Esta adaptación del cuento de Charles Perrault sigue desp ertando entusiasmo: el espectáculo ha agotado todas las localidades para su paso por Sevilla. En el elenco, además, participa la española Lucía Lacarra, celebrada como una de las figuras centrales del ballet clásico actual y merecedora del Premio Nacional de Danza en 2005.

El Ballet de la Ópera de Múnich celebró recientemente dos décadas de independencia creativa -hasta finales de la década de los 80 dependía de la Ópera de la ciudad bávara-, un tiempo en el que la aportación del director artístico Ivan Liška ha sido fundamental para consolidar la reputación de la compañía, gracias a la construcción de un repertorio de una diversidad y una solidez para algunos sólo comparable al del Ballet de la Ópera de París. El conjunto de piezas que han llevado a escena abarca más de 70 títulos, desde obras maestras del arte romántico como Giselle y La Sylphide o los clásicos El Lago de los Cisnes, Don Quijote, La Bayadère, Raymonda y El Corsario hasta propuestas del siglo XX guiadas por el talento de John Cranko, Frederick Ashton o John Neumeier. El repertorio de la formación incluye grandes creaciones de Balanchine, Kylian, Van Manen, Nacho Duato, Mats Ek y William Forsythe, así como piezas de una generación más joven que comprende a autores emergentes como Martin Schläpfer, Jörg Mannes o Terence Kohler. Una reivindicación de la contemporaneidad que se ha convertido en uno de los sellos de Liška, y que con su diversidad de registros seduce al público español. El propio director artístico apuntó en una actuación reciente en el país que se estaba dando un cambio de sensibilidad, ya que antes sólo le pedían piezas clásicas y ahora les contrataban también algunas de sus propuestas de danza contemporánea.

La bella durmiente también contará con la dirección musical del norteamericano Myron Romanul, que dirige en esta ocasión a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). Romanul empezó a despuntar a una edad precoz: tuvo su debut como solista de piano con la Orquesta Sinfónica de Boston a la edad de 11 años. Dentro de ese primer periodo actuó como solista y miembro de la Orquesta Sinfónica de Boston y la Boston Pops Orchestra con Seiji Ozawa, Kurt Mazur, Arthur Fiedler, John Williams, entre otros, y antes de cumplir los 20 años ganó el Grammy con el New England Conservatory Ragtime Ensemble por el mejor trabajo de música de cámara. Entre otros logros, Myron Romanul ha sido director principal de Boston Ballet, pianista y director de orquesta del Stuttgart Ballet, director musical del Fairbanks Summer Festival de las Artes desde 1985. Desde hace más de 15 años es el director invitado con el Ballet de la Ópera de Múnich.