Manierismo rítmico

Juan Vergillos

30 de junio 2014 - 05:00

XV Noches en los Jardines del Alcázar. Cante: Jeromo Segura. Guitarra: Salvador Gutiérrez. Fecha: Sábado, 28 de junio. Aforo: Lleno.

Este recital es sintomático del estado actual del cante. Segura es el cantaor del momento y la vigente Lámpara Minera del Festival de La Unión. Así lo recordó cuando atacó su cante por tarantas, estilo que protagoniza de forma monográfica su última grabación. Segura representa la pugna actual entre ritmo y melodía. Su arte muestra la hegemonía del compás, de la danza, en el flamenco contemporáneo. La cosa fue patente en las cantiñas, los tangos y las bulerías: Segura rompe la frase para acomodar en el recital su virtuoso, casi tirano, sentido del ritmo. Como no se trata de un recital de baile, estirar tanto el fraseo resulta manierista. Que Segura es al mismo tiempo un fenomenal cantaor rítmico y un estilista de la melodía lo probaron sus cantes levantinos, a pesar de que en ellos mostró cierta precipitación. Las soleares trianeras, que dedicó a su maestro Naranjito, fueron el cante más redondo de la noche. Otros homenajes tuvieron como objeto a Valderrama, en la milonga, y a Chano Lobato en las bulerías gaditanas. Segura volvió a demostrar que los cantaores onubenses hacen el fandango de Huelva, en todas sus variantes, con la naturalidad de la propia respiración. Canción por bulerías y martinete en forma de bis completaron una actuación redonda.

Salvador Gutiérrez ofreció su habitual acompañamiento lleno de sutilezas y enrevesadas falsetas en donde la búsqueda armónica deja a veces desarropada la melodía. Nos encontramos, no obstante, ante dos intérpretes tan sobresalientes que este hecho, en lugar de restar fuerza a la puesta en escena, se convierte en una demostración más de las enormes facultades que los adornan.

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