Este martes se elige la película española que competirá en los Oscar por la estatuilla a la mejor cinta en lengua no inglesa. Mañana se celebra el Día del Cine Español. En este contexto, es de justicia recordar a una de las personas que más hizo por fortalecer el músculo de esta industria cultural. Mariano Ozores (Madrid, 1926) cumple este martes 5 de octubre 95 años. Biznieto, nieto, hijo, hermano, tío y hasta yerno de actores, es difícil encontrar una saga tan unida al gozo y las incertidumbres de la interpretación en las diferentes vertientes: teatro, cine, televisión, pero también ópera y zarzuela. Ya murieron los dos hermanos a los que tanto quiso y dirigió, José Luis Ozores (1922-1968) y Antonio Ozores (1928-2010). El primero murió con 44 años, víctima de esclerosis múltiple; al segundo se lo imponían los productores dada su vis cómica.

Mariano Ozores también representa un fin de raza de una generación que este 2021, segundo año de la pandemia, en actividades tan diferentes como la política, la poesía o el teatro, han fallecido y jugaron un papel esencial en la España del siglo XX. Manuel Clavero Arévalo, José Manuel Caballero Bonald o Alfonso Sastre. Todos ellos nacidos en 1926. Igual que Mariano Ozores y la reina Isabel II de Inglaterra.

Cómo hice casi cien películas. Es el subtítulo de sus memorias, Respetable público, con las que pretendía responder a quien se preguntara "cómo hay en España un tipo que ha podido hacer casi cien películas, teniendo siempre en contra a casi toda la crítica cinematográfica y a un nutrido grupo de los llamados estudiosos del séptimo arte".

Andrés Pajares y Fernando Esteso, en 'Los bingueros' (1979).

Le dieron finalmente un Goya, el de Honor en 2016, aunque él no lo pidió. Cuando Berlanga, este año en su centenario, recibió el mismo galardón en el 87, tuvo palabras de reconocimiento para cineastas como Mariano Ozores, José Luis Sáenz de Heredia o Pedro Lazaga, dos de sus mejores amigos en el gremio. Sus antecedentes son apasionantes, dignos de una película que sí sería candidata a un ramillete de Goyas en los territorios de la emoción y la perseverancia.

Ya pusieron los cimientos su bisabuela Gregoria y su abuela Claudia, que hizo zarzuela y se casó con un director de orquesta, Antonio Puchol, al que debía su nombre Antonio Ozores. Tuvieron dos hijas. La mayor, Luisa Puchol, la madre de los actores, fue una estrella de los musicales. La familia se trasladó en 1915 a Nueva York. Si se quedan allí, igual se abre camino en Hollywood, pero nos quedamos sin el cine de los Ozores.

Regresaron a España. Triunfó en los teatros. A uno de ellos fueron a verla Alfonso XIII y Victoria Eugenia y la felicitaron en el camerino. Su prometido, Mariano Ozores Francés, el padre de los actores, hijo del contable de una sastrería de la calle Mayor de Madrid, vio a los Reyes desde otra perspectiva: desde el balcón de la sastrería cuando acudían a la boda antes del atentado del anarquista Mateo Morral.

Pajares, Esteso y Antonio Ozores, en 'Yo hice a Roque III' (1980).

Mariano Ozores, el hombre que dirigió casi cien películas y hoy cumple casi cien años, se casó en 1957 con Teresa Arcos. El padre de su novia, Rafael Arcos, también era actor. En la reconstrucción cinematográfica del crimen de Canalejas, asesinado en 1912, Pepe Isbert, el futuro alcalde de Bienvenido, Mr. Marshall, interpretó al asesino y el futuro suegro de Mariano Ozores al propio Canalejas.

El cineasta es tío de las actrices Adriana y Emma Ozores, hijas respectivas de José Luis y de Antonio. Sólo Jesús Franco ha dirigido más películas que él en España. Pedro Lazaga se quedó a una de alcanzarle. El récord lo tuvo en 1981, el año del 23-F. Ese año dirigió seis películas. Es muy emotiva la relación con sus hermanos. Los tres firmaban dibujos en La Codorniz. Uno de ellos lo titularon El jefe de la banda se traslada. Como coincidió con el viaje de Franco de vacaciones a San Sebastián, cerraron la revista cuatro semanas y a ellos los tuvieron tres meses sin hacer un dibujo. Años después, sería ayudante de Sáenz de Heredia en la película Franco, ese hombre.

Contó con sus hermanos cuando en 1958 fue nombrado jefe de programación de la naciente Televisión Española. Parodió en dos de sus películas al agente de Ian Fleming, en Operación Bikini y en Qué tía la CIA, rodada en Cuenca, que inicialmente se iba a llamar Desde Murcia con amor. Colaboró en varios guiones con Alfonso Paso, nacido el mismo año de 1926, pero muerto prematuramente. Éste formó un tándem creativo con Alfonso Sastre, aunque sus trayectorias se bifurcaron: Paso firmó una pieza hagiográfica sobre Franco en El Alcázar a la muerte del dictador y Sastre se alineó con los postulados de Herri Batasuna.

Antonio Garisa en '¡Que vienen los socialistas!' (1982).

Mariano Ozores llevó con humor su estigma ideológico. "En aquellos tiempos [hablaba de 1963] con Franco como jefe del Estado, para ser protegido por la Administración había que ser declaradamente de izquierdas". En sus memorias escribe: "Hay tres hombres que he admirado siempre: Buero Vallejo, Sáenz de Heredia y Juan Antonio Bardem. Un republicano, un franquista y un comunista".

Su mejor escuela fue su familia, la compañía teatral Puchol-Ozores en la que recorrieron todas las capitales de provincia españolas "menos Huelva". Su cine también fue político, no en el sentido de Costa-Gavras o Pontecorvo, obviamente. Político de las costumbres. Se adelantó en diez años a Ridley Scott con Cristóbal Colón, de oficio… descubridor. El proyecto de ley de divorcio de Fernández Ordóñez le inspiró la película Qué gozada de divorcio. Y un día se estrelló contra la realidad: su película de 1982 ¡Que vienen los socialistas! sólo la vieron cuatrocientos mil espectadores. Casi nueve millones de españoles votaron al PSOE.

Descubrió la química de la pareja Esteso-Pajares, a los que dirigió por primera vez en Los bingueros, la película más taquillera de 1979. Su hermano Antonio hizo de ministro en alguna de sus películas, que son un legado consuetudinario de la España de la UCD.