Mayumana celebra con los espectadores sus sueños cumplidos

La compañía repasa 15 años de éxitos en 'Racconto', un espectáculo que visita el próximo mes de marzo el Lope de Vega

Mayumana ha conquistado al público con una mezcla de disciplinas que combina danza, percusiones, teatro y humor. El estilo del grupo se ha ido sofisticando y ha incorporado composiciones del cantautor David Broza, como en el espectáculo Bejuntos, y proyecciones y nuevas tecnologías, como en la producción Momentum.
Mayumana ha conquistado al público con una mezcla de disciplinas que combina danza, percusiones, teatro y humor. El estilo del grupo se ha ido sofisticando y ha incorporado composiciones del cantautor David Broza, como en el espectáculo Bejuntos, y proyecciones y nuevas tecnologías, como en la producción Momentum.
Braulio Ortiz Sevilla

05 de febrero 2014 - 05:00

Los israelíes Eylon Nuphar y Boaz Berman no podían imaginar que el proyecto con el que fantaseaban en un sótano de Tel Aviv acabaría conquistando el mundo. Ella, Nuphar, procedía del ámbito de la gimnasia, pero su curiosidad la llevó a estudiar también música, teatro, fotografía y cine. Él, Berman, se había pasado la infancia junto al mar tocando un sinfín de instrumentos, pero también tenía unas cuantas inquietudes más: a sus estudios de percusión afrocubana en Nueva York sumó su experiencia en el thai-boxing y el surf. Juntos idearon una compañía que no entendiera de fronteras entre disciplinas, en la que los baterías bailaran, los bailarines también se encargaran de la percusión y los intérpretes se atrevieran con las acrobacias. Aquel sueño se cumplió con creces: a lo largo de 15 años, Mayumana, compuesta ahora por más de 100 personas y en la que conviven miembros de más de 20 nacionalidades distintas, ha seducido con sus ritmos excitantes y su energía contagiosa a más de siete millones de espectadores, más de 1.200.000 sólo en España.

Con Racconto, el nuevo espectáculo de la formación, que se verá en el Teatro Lope de Vega del 5 al 9 de marzo, Mayumana celebra haber superado los tres lustros con una mirada atrás a esa intensa trayectoria que poseen. Un espectáculo que cuenta los orígenes del grupo, "cuando se reunían y empezaban a investigar con los objetos que tenían, probaban con tubos o con otros instrumentos no convencionales para ver qué sonido conseguían", cuenta Silvia Garcías de Ves, una de las integrantes del reparto. Racconto va "recolectando piezas desde esos comienzos hasta Momentum, el montaje de 2008 que supuso un cambio porque incluía más tecnología, proyecciones".

En esta antología, prosigue Garcías de Ves, "no se trata sólo de coger los buenos momentos; se han adaptado, incluso se han creado, algunas piezas". Los admiradores de Mayumana encontrarán además otros atractivos a esta obra, como la participación de Andreu Buenafuente, que ha aportado su humor al guión y enlaza con su voz en off las diferentes secuencias, o que por primera vez se puedan ver en España fragmentos de Bejuntos, una propuesta con la colaboración del cantautor David Broza, en la que "se aprecia cómo Mayumana ha ido cambiando, que no es sólo exclusivamente percusión, que ofrece algo más musical y con canciones".

Los integrantes de Racconto conciben el espectáculo como un repaso a esa andadura triunfal en la que Mayumana ha sabido labrarse un sello propio, "una mezcla de culturas, energías, de música y de danza", pero también como un "homenaje" a ese público fiel que en España ha seguido la evolución del grupo.

"Las cifras nos acompañan", afirma otro de los miembros del equipo, Aka Jean Claude Thiemele, "llevamos 11 años viniendo a España y hemos creado este espectáculo exclusivamente para este país", expone el bailarín, que procede de Costa de Marfil pero que en España fundó su compañía Tam Tam Karibu. Lo interesante, señala el artista, es que esa relación consolidada con el auditorio implica cierto desafío. "Nos conocen y por eso nos exigen más", dice Thiemele, que repite a menudo una consigna: Mayumana "no tiene límites, ni física ni musicalmente". No parece que flaqueen las energías: en cada función, en la que "no estamos sentados, toda la música sale de nuestro movimiento", como apunta Garcías de Ves, hay intérpretes que pierden kilo y medio de peso. Y aunque ya han cumplido una de las metas que codiciaban, "actuar en Nueva York", siguen en el proceso "de crear cosas nuevas, de aportar algo distinto". En estos años, a este colectivo le han salido numerosos imitadores, "pero no nos importa: es una buena señal, porque somos como un espejo en el que se miran otros".

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