La nueva andadura del veterano Festival de Primavera de Juventudes Musicales de Sevilla, ya fuera de la Real Maestranza de Caballería, arrancó en la Sala Chicarreros de Cajasol con un interesante concierto de un joven y prometedor dúo de guitarras con un programa bien cerrado y bien pensado. Un gran guitarrista y compositor para el instrumento como Mauro Giuliani realizó un arreglo para dos guitarras de la obertura de la ópera La clemenza di Tito de Mozart (¿alguna vez la veremos en el Maestranza?). Ménéndez y Toscano supieron otorgarle personalidad guitarrística a esta versión mediante una pulsación limpia y una articulación clara, sin portamentos y con un tempo siempre vivo.

La complicidad entre ambos intérpretes tuvo un importante reto en la versión para dos guitarras realizada por Lorenzo Micheli de la sonata Patética de Beethoven. Algo nada fácil, dada la densidad y la complejidad de la escritura beethoveniana, pero que ya desde los intensos y claros acordes inciales del Grave, con sus bien marcados silencios, dieron paso a un fraseo y una articulación bien definidos, con un momento especialmente logrado en el inicio del Adagio cantabile. En los lieder de Mertz encontaron el justo punto de emotividad.