"Respetar la tradición... y desobedecerla". Ese difícil equilibrio lo consiguió, con una naturalidad desorbitada, muy probablemente irrepetible, Paco de Lucía con el flamenco, que no fue nunca puro, "por mucho que se empeñen los doctores del dogma". El periodista y escritor Juan José Téllez presentó ayer en la Feria del Libro su biografía del guitarrista de Algeciras, publicada recientemente por la editorial Planeta. Paco de Lucía. El hijo de la portuguesa es el tercer libro que Téllez dedica a su paisano, pero en todo caso, dijo ayer, "quedan muchos otros libros que escribir sobre Paco", porque su legado es tan inmenso, "no sólo en España", y porque tantas fueron sus aportaciones al flamenco tal como hoy lo conocemos, que su obra admite múltiples lecturas desde distintas perspectivas. "Fue un cauce gigantesco, un río por el que circularon muchas músicas", aunque siempre, por encima de todo, flamenco; "flamenco del suburbio, del hambre en las tripas y del mestizaje". Acompañaron al autor los guitarristas José del Valle y Bruno Pedrós, además de Ángeles Carrasco, directora del Instituto Andaluz de Flamenco y ayer presentadora de Téllez, y Pepe de Lucía, el hermano del genial músico.