Imagínense por un momento que pueden escuchar la marcha Ione desgranada por las guitarras más finas de Sevilla, una percusión con más fuerza que las de las bandas de semana santa y acentuados su dramatismo, su sensualidad, su elegancia, con saxos alto, tenor y barítono. Pues no tendrán que imaginárselo si el sábado se encuentran en el Teatro Central porque Pájaro, la banda de Andrés Herrera y Raúl Fernández se la brindará de esa forma. Se cumple una década desde que Herrera, con el apelativo de cuando ponía su guitarra al servicio de otros reconocidos músicos locales -Silvio, Raimundo Amador, Benito Peinado- le dio nombre a su banda actual, editando desde entonces tres discos propios y tal acontecimiento se va a celebrar con un espectáculo singular que llevará por nombre De Santa Leone a Gran Poder. 10 años de Pájaro.

En el escenario estarán los miembros actuales del grupo, que junto a Herrera y Fernández se completa con una tercera guitarra a cargo de Paco Lamato, el bajo de Ricky Candela, la batería de Antonio Lomas y la trompeta de Ángel Sánchez, e irán pasando por allí varios invitados que han colaborado con ellos en algún momento de su carrera: Rafael Riqueni, Martirio y su hijo, Raúl Rodríguez; también Dandy Piranha y Bacca, dos de los componentes de los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba; completándose el elenco con Kiko Veneno, sin duda para interpretar con ellos Luces rojas, canción del primer disco de Pájaro para la que él escribió la letra y Los Saxos del Averno, que no solo colaboraron en la grabación del segundo disco del grupo, He matado al Ángel, sino que le acompañaron en la gira posterior.

El concierto, para el que se han agotado todas las localidades, comenzará a las diez de la noche y será un lugar de encuentro para tres generaciones de aficionados al peculiar rock que tantos seguidores ha tenido siempre en nuestra ciudad, en el que Pájaro destaca de forma deslumbrante.