Hay un momento en el último espectáculo de Alex O’Dogherty que entona una especie de rap utilizando el vocablo "palabra". En esa canción sintetiza, con verdadero ingenio, el espíritu de Imbécil, una evocación de la libertad de expresión trufada de fina ironía, que se desarrolla a lo largo de casi dos horas de espectáculo.

El gaditano de San Fernando que vivió quince años en Sevilla se ha convertido en un juglar moderno que se siente payaso, cómico, intérprete, cantante y que derrocha un estilo propio que hay ido creciendo desde su obra Y tú ¿de qué te ríes? hasta este Imbécil con la que se inauguró el ciclo de conciertos Kultura&Co, la apuesta de ocio y entretenimiento de la agencia sevillana beon. Worldwide y Contursa-Fibes con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla.

En este Imbécil donde el mismo actor se somete a un proceso de descensuramiento, Alex nos hace partícipe de cómo la irrupción de las redes sociales, en gran medida, y el clima de buenismo y la dictadura de lo políticamente correcto están minando una de las más sanas y gratificantes fuentes del humorismo que como nos indica el diccionario es un "modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas".

O’Dogherty, nuestro andaluz más irlandés, se mete al público en el bolsillo en uno de sus mejores trabajos que lo sitúa como uno de los mejores monologuista-comunicador-showman de España. Sólo con palabras y música demuestra un dominio exacerbado del lenguaje y se pasea por los tópicos de nuestra geografía, de nuestra historia y de nuestro presente. No se oculta y pone ejemplos tanto privados como públicos en una puesta en escena que divierte e intenta dejar un poso de inteligencia en un momento, ahora agravado con la pandemia del Covid-19, en el que teclear un tuit mostrando nuestro odio o nuestra frustración es descaradamente animado por aquellos que deberían dar ejemplo con la mesura y el distanciamiento.

Alex O’Dogherty demostró durante toda su actuación un inmenso dominio del escenario, propio de los grandes. Divirtió al público sin ocultar sus propios miedos y se le vio disfrutar con cada una de los vocablos que pronunció en esta reivindicación de la figura del artista en general pero, sobre todo, de aquellos que se sirven de la palabra para hacer humor.

Festival Kultura&Co

Los responsables de Festival Kultura&Co, Antonio Jiménez, director gerente de Contursa (Fibes) y Dario Regattieri, CEO de beon. Worldwide fueron los encargados de dar la bienvenida al público que, por primera vez, asistían a este festival que, con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla, se ha programado con la idea de llenar de más contenido cultural el verano de la capital y contribuir a revitalizar las empresas culturales que han sufrido en los últimos tres meses el mayor descalabro económico conocido hasta ahora. El Kultura&Co dará empleo a más de 100 personas según anunciaron sus responsables el sábado pasado antes de que dieran paso a la actuación de Alex O’Dogherty.

La programación se prolongará desde el 4 de julio hasta septiembre y nace con vocación de quedarse como una oferta cultural fija más de la ciudad de Sevilla.

El escenario, provisto de la maquinaria más avanzada de sonido y luz, cuenta con una pantalla led que permitirá reforzar la imagen y llegar a todos los rincones del espacio con cabida para 800 espectadores y en los que se respetan las distancias de más 1,5 metros que rigen los protocolos de seguridad. Se han habilitado grupos de sillas alrededor de mesas que facilitan el asistir a los conciertos o proyecciones cinematográficas en grupos reducidos tanto familiares como de amigos.

De entre las más de 40 actuaciones (más un ciclo de cine) destacan los conciertos de Ara Malikian, Miguel Poveda, Loquillo, Carolina Durante, El Kanka y Second y un homenaje a Rocío Jurado de la mano de Laura Gallego.

Hangar 52 es el próximo espectáculo previsto para el 10 de julio. Un espectáculo creado por el Mago YUNKE, actual ganador del Campeonato Mundial de Magia, donde logra fundir de forma sorprendente sus números de magia con efectos de luz, fuego, música y sonido pretendiendo superar los límites de lo imposible.