Renzo Piano apuesta por la luz y el agua para el Centro de Arte Botín

El arquitecto diseña un espacio que abrirá sus puertas en 2014 en la bahía de Santander

Efe / Santander

18 de septiembre 2011 - 05:00

La luz y el agua serán los dos elementos que darán el "contenido poético" y la "magia" al Centro de Arte Botín, un edificio diseñado por el arquitecto genovés Renzo Piano que abrirá sus puertas en 2014 y estará formado por dos volúmenes en parte suspendidos sobre la bahía de Santander.

Impulsado por la Fundación Botín, el centro supondrá una inversión de 62 millones de euros para levantar una construcción de 6.000 metros cuadrados que acogerá exposiciones, talleres, seminarios y actividades culturales. Su vocación es recibir 150.000 visitantes anuales. El presidente de la Fundación Botín, Emilio Botín, y el arquitecto italiano presentaron esta semana el proyecto, un edificio "pequeño", en opinión de Piano, pero que se convertirá en "algo mágico" gracias a la luz.

De hecho, el arquitecto, ganador, entre otros, del premio Pritzker y de la medalla de oro del Instituto Americano de Arquitectos, considera la luz uno más de los materiales que va a utilizar en la construcción del edificio. El resto serán cerámica, cristal y acero, materiales "ligeros", porque, a su juicio, no se trata de "enseñar músculo", sino de conseguir un edificio "sutil" y que, "en cierto modo, pertenece al agua".

El Centro de Arte Botín constará de dos edificios (este y oeste) conectados por la denominada Plaza de Arriba, un espacio al que se podrá llegar desde los Jardines de Pereda a través de una pasarela que salvará el tráfico y concluirá en un trampolín a siete metros de altura sobre el agua. El centro incluirá un auditorio con capacidad para 300 personas con un ventanal al mar de 200 metros cuadrados que podrá abrirse completamente.

Para Emilio Botín, este proyecto permitirá generar un nuevo espacio de convivencia en Santander, crear un centro de arte de referencia mundial y desarrollar el potencial creador de Cantabria. Se trata, a su juicio, de un centro "llamado a ser motor de desarrollo", a generar riqueza y a potenciar la cornisa cantábrica como "uno de los ejes culturales más importantes de Europa". Una vez abierto, la entidad invertirá 7 millones de euros anuales en su programación.

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