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Cultura

Santa Teresa a través de Bach

  • La escritora Espido Freire y la directora de Almaclara, Beatriz González, ponen en común sus pasiones para el quinto concierto de Palabra de Mujer

El festival Palabra de Mujer, organizado por la orquesta de cámara Almaclara-Inés Rosales, llegó anoche al ecuador de su programación con el concierto Un violonchelo para Santa Teresa, en el que Beatriz González Calderón puso música de Johann Sebastian Bach a los textos de Santa Teresa de Jesús, leídos por la escritora Espido Freire.

La idea de poner en contacto a dos figuras históricas aparentemente tan diferentes surgió hace unos meses cuando González leyó el ensayo de Freire Para vos nací, un mes con Teresa de Jesús, que la autora bilbaína había publicado el pasado febrero en conmemoración del quinto centenario del nacimiento de la mística. Aunque González pensaba que no iba a obtener respuesta por parte de la escritora, decidió ponerse en contacto con ella para proponerle un trabajo en común. La sorpresa vino cuando Freire se mostró muy interesada por "un proyecto muy sólido, que se ajustaba bien a mi visión del tema".

"Teresa de Jesús fue una mujer muy avanzada a su tiempo. Destacó en la Iglesia, una jerarquía predominantemente masculina, y su obra ha transcendido hasta nuestros días por su actualidad", señaló ayer por la mañana González en un coloquio celebrado en la sede de la fundación Valentín de Madariaga, con el que violonchelista y escritora quisieron poner en contacto a los espectadores con las dos figuras. "Y Bach es un referente fundamental de la música clásica, que además puso en valor un instrumento, en ese momento desfavorecido, como el violonchelo", continuó la directora.

Sobre la perspectiva que han tomado para construir el espectáculo, Freire explicó que ambas tenían muchas cosas en común, como "la importancia que ha tenido el arte en nuestra vida, el amor que tenemos por el trabajo o el interés por redefinir la figura de la mujer", pero todo ello sin necesidad de estar en todo momento de acuerdo, pues como pudo verse a lo largo de la conversación, había ciertos puntos en los que no coincidían. "No hay dos personas que estén más en desacuerdo que dos que aman lo mismo y eso es algo que me da mucha esperanza, pues se aporta una gran cantidad de matices distintos", afirmó Freire.

Sin embargo, si hay algo en lo que las dos están en la misma línea es en la necesidad de conectar con el público, de ofrecer una experiencia, si no catártica, sí al menos empática con el otro. "Esa idea del autor encerrado en su atalaya enfrentado al espectador ignorante es algo que hace ya mucho tiempo que no ocurre. El público es muy crítico con la obra y si no la entiende o no le llega, es que el creador ha fallado, no lo ha dado todo", expuso Freire. "Tener en cuenta al otro es lo que une a Santa Teresa y Bach. Los escritos de ella son muy directos, muy didácticos, siempre teniendo en cuenta al interlocutor. E igual ocurre con la música de Bach, no hace falta ser un erudito para comprenderla", añadió González.

A raíz de este punto en común empezaron a tirar del hilo y pronto se dieron cuenta que sus conversaciones siempre concluían en el amor, "un lenguaje universal al que todo el mundo puede acercarse". Para el periodista Andrés González-Barba, quien también participó en el debate, esa es la grandeza de Santa Teresa, "cuyo misticismo, a pesar de estar escrito desde una perspectiva católica, interesa a personas de otras confesiones e incluso a ateos y agnósticos". El amor en la obra de Bach se ve, para González, en la manera que tenía de componer sus suites, sobre todo la quinta, "dramática y profunda por la muerte de su primera esposa", y la sexta, "brillante, que transmite luz, pues ya había conocido a Anna Magdalena". Ambas son expresiones de amor y en las dos ocasiones eligió el violonchelo, "un instrumento que refleja la voz humana".

"Esta obra es la reinterpretación de dos personas unidas por el amor que profesan a dos figuras. Caben opiniones, pero no equivocaciones, pues esta es la manera en la que lo hemos sentido", concluyó Freire.

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