Serrat y la vida que se despliega
El cantante barcelonés llenó Fibes para celebrar 50 años de carrera con 'Antología desordenada'
En la tierra de don Antonio Machado, el cantante que con más esmero y talento ha puesto voz a sus versos volvió a lograr que un auditorio tan inmenso como Fibes, con sus 3.200 localidades, se quedara pequeño para celebrar "los 50 años de mi ascensión a los escenarios". Joan Manuel Serrat regresó a Sevilla para presentar Antología desordenada, el álbum que recopila las 50 canciones que ha escogido para celebrar medio siglo de una carrera que arrancó en 1965 en el Teatro Esplugues de Llobregat y que le ha convertido en una leyenda viva de la música española y catalana.
Muy agradecido a los sevillistas que acudieron a escucharle "pese a la disyuntiva futbolera" y a los béticos -más numerosos, a juzgar por la primera ovación-, el cantante barcelonés repasó temas de sus diferentes épocas "en este oficio donde me divierto, me aplauden y me gano la vida" arropado por una banda y una acústica excelentes. Con la voz añeja pero sabia, apostando por la emoción, Serrat derrochó complicidad con un público que compartió sus críticas a la situación social, agradeció la ironía de Algo personal y se dejó llevar por la melancolía con De cartón piedra, Para la libertad, Todo pasa y todo queda, Penélope, Mediterráneo... La ternura del Romance de Curro el Palmo y Aquellas pequeñas cosas (con Miguel Poveda) marcaron el tramo final del recorrido por la vida y obra de quien, como Charles Aznavour en Francia, resume en su voz lo mejor de la gran cultura europea.
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