Cultura

Temas de siempre para entretener

Teatro de la Abadía. Autor: Woody Allen, en versión teatral de Alex Rigola. Dirección: Alex Rigola. Intérpretes: Luis Bermejo, Miranda Gas, Elisabet Gelabert, Nuria Mencía, Fernando Soto, José Luis Torrijo. Espacio escénico: Max Glaenzel. Vestuario: Vanessa Actif. Iluminación: María Domènech. Fecha: Jueves, 5 de diciembre. Lugar: Teatro Central. Aforo: Casi lleno.

En su versión teatral, como en la cinematográfica de 1992, Maridos y mujeres es un largo discurso escenificado sobre la vida de pareja: la pérdida de la pasión, el engaño, la necesidad de ser querido y admirado por el otro, los problemas sexuales... Todo eso de lo que, a partir de la transición -y especialmente desde que empezaron a proliferar las series televisivas en las que todos van al psicoanalista-, no ha dejado de hablarse explícitamente hasta la saciedad sin llegar a ninguna conclusión.

Sin quitarle mérito a Allen, su verborrea no resulta tan eficaz en un teatro que, frente a la incontinencia verbal televisiva, debería ser el lugar de la sugerencia, de la emoción , de la verdad de las cosas. El hecho de que dos parejas nos cuenten minuciosamente y en clave de comedia sus batallas cotidianas sólo sirve para entretener. Como lo hacía el teatro burgués de principios del siglo pasado, aunque llegue de la mano de La Abadía y se presente en el Teatro Central, con el público rodeando la acción por sus cuatro lados.

Dicho esto, hay que decir también que la altura la ponen los seis actores, magníficos, y la dirección, inteligente y dinámica, de un experimentado Rigola que sabe jugar con los ritmos, entrando y saliendo libremente de las historias y con la complicidad en escena de algunos espectadores.

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