VALERIA CASTRO | CANTANTE

Valeria Castro: "Algún paso estaré dando contra el capitalismo voraz de la música"

La cantante Valeria Castro (La Palma, 1999) durante su última visita a Sevilla, el pasado viernes.

La cantante Valeria Castro (La Palma, 1999) durante su última visita a Sevilla, el pasado viernes. / Ismael Rubio

"Se me quedaron todos los recuerdos de mi infancia, todos los recuerdos de mi abuelo, todos los recuerdos de mis padres, todos los enseres que no tienen precio...y no puedo hacer nada". Con estas duras palabras arranca un hogar, canción que pertenece al disco con cariño y con cuidado. Quién da voz a esta dolorosa cavilación es la abuela de la intérprete Valeria Castro (La Palma, 1999). Una reflexión que sabe a la melancolía, al pesar y a la impotencia que sintieron los palmeros cuando el volcán de Tajogaite arrasó este adormilado y tranquilo paraíso canario. De un suceso tan terrible nació –como una raíz– el primer álbum de una cantante que –en tan sólo un año– ha cautivado a muchos con la ternura de su voz, con la garra de sus letras, con la pureza de su mensaje y con la valentía de su propuesta. En tiempos de música urbana y ritmos manidos, Valeria Castro enaltece el folklore de sus islas y consigue abanderar–al son del timple y las chácaras– una nueva revolución poética de la que será testigo el público el próximo 26 de mayo en el Cartuja Center CITE.

–La última vez que visitó Sevilla lo hizo como nominada en los Grammy Latinos. ¿Cómo vivió la experiencia?

–Lo recuerdo con curiosidad. Me vi como un pez fuera del agua. Si en la vorágine del día a día de la industria musical ya me veo pequeña, cuando la vida te coloca al lado de tantos artistas que admiras pues recuerdo que sentí que se me estaba viniendo grande. Pero fue un día muy bonito y lo viví con mucha ilusión. Me sentí muy agradecida por haber sido elegida en una edición que se celebró en Sevilla, en nuestro país.

Con cariño y con cuidado nació, en parte, como una reivindicación por la erupción del volcán de su tierra. Un año después de su publicación ha conseguido traspasar fronteras.

–Totalmente. Quería y deseaba el cariño de la gente, pero no esperaba tanto. Me ha sobrepasado para bien. Mira, el día de la gala de los Grammy se cumplían dos años de la erupción del volcán y la nominación era para la canción de la raíz que hablaba sobre ello. Estoy muy orgullosa de haber traído el mensaje que defiendo. Poner en el mapa mi tierra y mis orígenes. Es muy bonito dar palabras a una tragedia a través del arte, pero también que llegue a un público general y no sólo de nicho.

–Dentro de un sistema que apuesta por un consumo rápido de música, tiene la capacidad de proponer lo opuesto: un trabajo confeccionado con delicadeza.

–No puedo sentir que haya ganado la batalla del consumo. Desde el minuto uno decidí que no la iba a librar y el asumir que esta lucha no va contigo es la mejor forma de combatirla. Me han educado desde la calma y estoy presentando parte de mi ser. Vivir las cosas con cariño y con cuidado. Es verdad que cuando los escenarios se vuelven más grandes siento que algún pasito estaré dando contra el capitalismo voraz de la música.

–De un modo u otro, es una revolucionaria.

–Al final mi revolución es la de la ternura y la de poner en el foco lo que parece que nunca podría combatir. Somos unas cuantas. No creo que abra mares, vengo influenciada por muchas otras y formo parte de ese pequeño ejército. Aunque los números y el consumo rápido lideren la industria de la música, en los últimos años hay hueco para la disidencia. A lo mejor alguien no quiere escuchar reguetón en su casa, sino una canción más lentita de Valeria Castro.

"Aunque hago y escucho canción de autor, también me pongo a Bad Bunny el sábado por la noche"

–Frente a la música urbana, usted propone tradición y folklore canario.

–Dentro de que tengo que vender mi producto, quiero que sea lo más sincero posible y eso pasa por mis raíces. Por la música que escuché desde pequeña y por el folklore que llevo interno. Los ritmos ternarios que van en todo lo que hago. Ya que tengo que asumir la realidad en la que vivo, que sea amable con lo que siento.

–¿Cree que el público joven está perdiendo cierta sensibilidad hacia los mensajes que, precisamente, usted abandera?

–Pues lo siento al revés. No hay que generalizar, porque si lo haces, evidentemente, el género urbano será el predominante. Siento que en mi generación hay una búsqueda más honda del amor propio y de la reflexión colectiva sobre cómo estamos viviendo. Yo plasmo esos pensamientos en mis canciones. Es verdad que mi público es bastante heterogéneo, pero es importante saber que en la variedad está el gusto. Aunque hago y escucho canción de autor, también me pongo a Bad Bunny el sábado por la noche. Es bonito que haya espacio para todo.

–También estuvo nominada en la última edición de los Goya con Vetusta Morla por La canción de Andrea, ¿cómo se dio esta colaboración?

–En mayo del año pasado me llamó Guille Galván –guitarrista de Vetusta Morla– y me comentó que estaban haciendo una canción para el filme El amor de Andrea de Manuel Martín Cuenca. Pensaron que necesitaban terminarla con una voz femenina. El tema tenía un poco de habanera y de cantes de ida y vuelta, me la pasaron y a partir de ahí hicimos un trabajo maravilloso. Me sentí una Vetusta más.

–También ha colaborado con Viva Suecia, ¿va a mudarse al indie?

–Voy a meterme por todos los huecos en los que quepa Valeria Castro. La verdad es que el final del último año fue maravilloso, venía de trabajar muy duro en un disco y tuve el respiro de entrar a los estudios con otra gente. Aprender de su forma de mirar el mundo y de hacer música ha sido súper enriquecedor. Con Viva Suecia fue divertidísimo, me subí en marzo al Wizink Center con ellos y me siento muy afortunada de que piensen en mí. Quiere decir que hay ojos mirando. No sólo los del publico, sino los de compañeros.

–Cantar con Tanxugueiras era casi necesario.

–Mucho y, además, desde que nos sentamos a ver qué sucedía fue como una conexión brutal. Es mi primera colaboración femenina y para una persona que trabaja individualmente en su proyecto, de repente juntarte con más gente te hace sentir que no estás sola. Además, escribimos desde la fusión de Galicia y Canarias que para mí es perfecta y demuestra que se puede mirar para otra cultura desde todos los puntos.

–¿Cuáles son sus próximos proyectos?

–Van a pasar muchas cosas este año. Este mes sale una colaboración que me hace mucha ilusión. Estoy inmersa en la despedida de con cariño y con cuidado y ya estamos inmersos en procesos de composición y producción del próximo disco.

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