Crítica de Música

Vocación y trópico

ALLA VERA SPAGNOLA

XVI Noches en los Jardines del Real Alcázar. Alla Vera Spagnola: Rocío de Frutos, soprano; Rafael Ruibérriz, flauta travesera; Mercedes Ruiz, violonchelo; Alejandro Casal, órgano positivo. Programa: 'Alemanes barrocos: Mi palpita il cor' (obras de Telemann, Bach y Haendel). Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Viernes 7 de agosto. Aforo: Lleno.

A la conocida vocación barroca de Sevilla empezó a crecerle hace ya tres décadas una rama musical que con el tiempo se ha consolidado como una de las más fructíferas ventanas de la cultura local al mundo. Si hace 30 años el gran barroco musical europeo había que importarlo, hoy se produce en la ciudad con un nivel de calidad que no tiene nada que envidiar a lo que se hace fuera y habitualmente supera con mucho al que los grupos foráneos nos traían en los años 80 y 90. En torno a la soprano Rocío de Frutos, el conjunto Alla Vera Spagnola lleva años demostrándolo.

Rodeada por tres habituales de la OBS, la cantante sevillana hizo un breve pero significativo recorrido por tres de los grandes nombres de la música alemana de todos los tiempos (para el caso, poco importó que la supuesta cantata italiana de Bach no sea en realidad de Bach) con un perfecto dominio de la prosodia y de los recursos expresivos capaces de potenciar la retórica de los textos. Con timbre muy personal, emisión limpia y una muy apreciable homogeneidad en los tres registros, De Frutos marcó admirablemente los contrastes en las arias telemannianas, resultó conmovedora en el Höchster de la BWV 39 de Bach y brillante en las agilidades del Mi palpita il cor de Haendel, aunque fue en el aria alemana también de Haendel donde sus prestaciones alcanzaron el punto más elevado de toda la noche, al coincidir en perfecta armonía el delicado tratamiento de la melodía, la flexibilidad del fraseo, la variedad de los matices expresivos y un acompañamiento verdaderamente soberbio. En realidad, Ruibérriz, Ruiz y Casal derrocharon toda la velada buen sentido en las proporciones y los volúmenes, compenetración, concentración, atención al detalle y sudor, inevitable en la tropical noche hispalense del viernes.

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