En las primeras 24 horas con sus entradas a la venta volaron 4.728, un hito en la longeva historia de la cita, la mayor cifra en un solo día en los 67 años que lleva celebrándose el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, que celebrará este verano, durante nueve semanas, una nueva edición "pensada para recuperar por fin la normalidad", dice el director del certamen, Jesús Cimarro.

Tras la reducida programación del año pasado, la tradicional cita estival en el imponente Teatro Romano de la capital extremaña regresa del 25 de junio al 22 de agosto con una programación "hecha para el público y para todos los gustos" que ofrecerá casi un centenar de funciones (99, exactamente) de siete obras de teatro, seis de ellas estrenos absolutos, "y un sinfín de actividades paralelas, desde pasacalles a talleres, pasando por funciones específicas para familias, exposiciones y cursos", apunta Cimarro, muy satisfecho de poder brindar de nuevo a los espectadores, tras las severas limitaciones obligadas por el impacto de la pandemia, "la experiencia completa del Festival de Mérida".

Con un aforo del 75% (si no se producen variaciones en la incidencia de la pandemia respecto al momento actual), el Teatro Romano emeritense acogerá una oferta en la que el propio Cimarro destaca la presencia de Ana Belén, quien junto a Lluís Homar protagonizará –del 8 al 11 de julio– una obra de Shakespeare, Marco Antonio y Cleopatra con dirección de José Carlos Plaza, en la que será la primera colaboración del certamen con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. "Ana Belén tiene un público muy fiel, lo hemos visto en otras ocasiones. Y el elenco que la acompaña es magnífico. Estoy seguro de que esta coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico va a ser una de esas obras de las que se habla cuando se menciona el festival durante muchos años", augura Cimarro, que destaca también como otro de los "faros de la programación para el público mayoritario" el musical Golfus de Roma, con un elenco encabezado por el popular cómico Carlos Latre (del 29 de julio al 1 de agosto y del 3 al 8 de agosto).

Como es habitual, además de los citados, numerosos rostros conocidos de los escenarios y las pantallas pasarán durante este verano por el escenario de Mérida, entre ellos Pablo Carbonell, Víctor Ullate Roche, Alejo Sauras o un auténtico clásico inasequible al desaliento como es Rafael Álvarez El Brujo. "Hemos programado dos conciertos de música clásica, una película documental, una obra de Shakespeare, un monólogo de El Brujo sobre mitología, un musical de Broadway, un texto de Paco Bezerra, una comedia de Plauto y dos textos originales de autores contemporáneos sobre mitos y personajes grecolatinos... Creo que puedo afirmar con rotundidad que hay mucha calidad en la programación y no es un festival frívolo en absoluto", comenta Cimarro.

Una introducción musical

Esta edición tendrá el próximo día 25 una inauguración "atípica", explica el director: un concierto de la Orquesta Sinfónica de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, dirigida por Jordi Francé, con motivo de la Asamblea del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, que se celebra este año en la capital extremeña.

La programación continuará el día 26 con otra propuesta llamativa, el concierto que ofrecerá la Orquesta de Extremadura bajo la batuta del violinista Michael Thomas y con la participación del tenor José Manuel Zapata. "Como ya teníamos un concierto de música clásica, queríamos algo distinto. Y cuando nos presentaron un recital con piezas de Bach, Shostakovic, Rossini o Pärt, pero también de Cacho Castaña, Björk, Paco de Lucía y Radiohead supimos que teníamos que llevarlo al Teatro Romano", dice Cimarro sobre este espectáculo titulado From Bach to Radiohead.

Desembarca el teatro

Tras esta introducción musical, el teatro "en todo su esplendor" desembarcará como es costumbre en el festival. Del 30 de junio al 4 de julio, El Brujo ofrecerá Los dioses y el Dios, otro de sus singulares monólogos en los que el juglar por antonomasia de la escena española recorrerá con amenidad la gran tradición clásica. Llegará luego el turno de Marco Antonio y Cleopatra, tras cuyas funciones tomará el relevo Mercado de amores, una obra de Plauto adaptada por Eduardo Galán, dirigida por Marta Torres y defendida sobre las tablas por Pablo Carbonell, Víctor Ullate Roche y Francisco Vidal en los principales papeles.

Paula Iwasaki, Daniel Holguín y Alberto Iglesias encabezan la siguiente propuesta, Hipatia de Alejandría, una pieza sobre la célebre filósofa y científica de la Antigüedad escrita por el dramaturgo Miguel Murillo y que podrá verse del 21 al 25 de julio. Tras las ya mencionadas representaciones de Golfus de Roma, el dramaturgo Paco Bezarra presentará su Edipo del 11 al 15 de agosto, una relectura contemporánea del mito griego que cuenta con dirección de Luis Luque y un elenco encabezado por Alejo Sauras, Jonás Alonso y Mina El Hammani. Cerrará la programación la obra Las suplicantes, una versión libre de Silvia Zarco sobre las obras homónimas de Esquilo y Eurípides con dirección de Eva Romero y con un plantel actoral compuesto por Carolina Rocha, Cándido Gómez, María Garralón y Eduardo Cervera.

Todas estas propuestas, dice Cimarro, ofrecen "alicientes más que suficientes tanto a los espectadores acostumbrados a ver teatro desde siempre como al público que venga al festival como parte de una experiencia vacacional o turística más". Es seguro, dice el director del certamen, que "no vamos a dejar a nadie indiferente".