tablao

Cante: Arcángel, Vicente Redondo 'El Pecas'. Guitarra: Dani de Morón, Salvador Gutiérrez. Palmas y coros: Los Mellis. Baile: Patricia Guerrero. Lugar: Patio del Edificio Chicarreros. Fecha: Sábado 21 de mayo. Aforo: Casi lleno.

Lo mejor de la noche fueron la malagueña y la bulería por soleá. Ahí se consiguió el objetivo de intimidad, por la calidad de las melodías clásicas y por la naturalidad y la frescura de una voz superdotada. El melisma se alarga, crece y de repente se desvanece sin aparente esfuerzo y siempre al compás de la emoción de la copla. Arcángel sabe decir el cante, es decir, comunicar emociones. También en los impactantes fandangos de Huelva con los que abrió la noche. No obstante hubo también sevillanas, rumbas, boleros por bulerías y bailes frenéticos ya que lo que se pretendía era emular el ambiente de los tablaos.

La idea es crear un espacio de intimidad, cercanía y complicidad. Para ello se prescinde de la megafonía y de la iluminación. Sin embargo, estos elementos se inventaron precisamente con el objetivo de acercar al público. No comparto la opinión de un sector minoritario de la afición que cree que la amplificación resta naturalidad y cercanía. No creo que se produzca una pérdida de aura por ponerle un micro a la voz, a la guitarra. Tablao es el mejor disco de uno de los mejores cantaores de hoy. Y ha dado lugar es un gran espectáculo. Pero el patio del edificio Chicarreros no es el mejor lugar para mostrarlo. Básicamente por la acústica, que nos impidió gozar en su plenitud de la magnífica capacidad vocal de Arcángel. Tablao es un espectáculo con músicas tradicionales puestas al día y con unas deliciosas letras nuevas compuestas por Isidro Muñoz de las que no pudimos disfrutar en la noche de ayer como nos hubiese gustado, pese a la buena vocalización del cantaor onubense.