La alegre figuración de los años 80
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo dedica una muestra a los pintores de la década agrupados en torno a la revista 'Figura'.
Todas las revoluciones están hechas ha titulado el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) la exposición sobre la generación que, con su pintura figurativa, se dio a conocer en la segunda mitad de los años 80, periodo que debió ser tan alegre como hoy lo recuerdan aquellos pintores. "La movida no fue sólo en Madrid, fue general, y algunos tienen el detalle de reconocerlo; lo que pasa que España entonces estaba muy centralizada y teníamos que pasar el fin de semana en Madrid sin dormir, viajando en el expreso", ha recordado en la presentación de la muestra el pintor Rafael Agredado, para incidir en que aquella vuelta a la figuración se fraguó en Sevilla.
Patricio Cabrera, Ricardo Cadenas, Chema Cobo, Pepe Espaliú, Ferrán García Sevilla, Curro González, Federico Guzmán, Juan Lacomba, Rogelio López Cuenca, Guillermo Paneque, José María Larrondo y Nazario son algunos de los 36 artistas representados en esta exposición, que podrá visitarse hasta el 4 de mayo en la zona monumental de la antigua Cartuja de Sevilla, sede del CAAC.
La revista Figurarevista Figura, financiada por la Junta de Andalucía con portadas de Gordillo, Pérez Villalta, García Sevilla, Sicilia y Chema Cobo fue el órgano de expresión de los jóvenes pintores que, agrupados Sevilla, tenían poco más de 20años y, según ha contado Agredano, muchas ganas de divertirse: "Entonces no había internet y había que estar todo el día en la calle".
La exposición ha estado a punto de llamarse No seáis tan aburridos, según ha confesado el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, en alusión a otra frase de las preseleccionadas para la muestra procedentes de los textos que Agredano escribía para la revista Figura, y reúne un total de 110 obras. En su mayoría son pinturas, pero también ha sido incluida algún dibujo y alguna fotografía de Máximo Moreno, sobre la actividad musical de los 80, tan próxima a la pintura de entonces, y de Miguel Trillo, uno de los fotógrafos de la movida madrileña.
El veterano Ignacio Tovar, pintor representado en la muestra y que en 1985 fue el comisario de la primera exposición que se hizo del que se ha considerado grupo de la revista Figura -La ciudad invadida (Sevilla, 1985)- ha explicado cómo su generación, la inmediatamente anterior, la abstracta vivió aquel "tsunami de la trasvanguardia": "Nos agarramos a un poste como pudimos, unos con más dignidad que otros; y a los que no se agarraron se los llevó la corriente".
Como comisario de exposiciones para el entonces Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, que fue absorbido por el CAAC, Tovar ha dicho de aquel momento: "Yo pertenecía a la generación abstracta, pero la figura se imponía y aquello había que enseñarlo; yo no podía ponerme en contra y, si me hubiera opuesto, aquello me hubiera pasado por encima".
Sobre su papel en 1985, ha asegurado que siempre ha sido "una persona muy tratable" y como muestra de su éxito, ha puesto la exposición que meses más tarde se celebró en Madrid en tres partes: una dedicada a Luis Gordillo y Carmen Laffón, otra a la generación abstracta y otra a los del grupo Figura, de modo que en ese tercer grupo, ha recordado, "todos eran andaluces". "Lo que hicimos fue disfrutar de todo lo que estaba sucediendo y participar en lo que sucedía; hacíamos una pintura dibujada, mucho más conceptual; y aquello empezó a funcionar porque enseguida comenzaron a criticarnos, señal de que lo que hacíamos estaba bien", ha dicho Agredano, quien en otro de sus textos de hace casi 30 años reivindicaba el estudio del pintor como lugar de diversión.
Otro rasgo de aquel grupo de jóvenes pintores fue el de la amistad: "Estábamos siempre juntos, salíamos juntos y nos queríamos; en Madrid había otro grupo de pintores de los que no ha quedado ninguno, y ellos se odiaban entre sí... Nos criticaban que copiábamos; pues claro que copiábamos, incluso del natural", ha añadido Agredano.
Todas las obras que integran la exposición son propiedad del CAAC, pero algunas llevan hasta 20 años sin mostrarse públicamente.
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